Con el objetivo de erradicar el hambre, la FAO en 1979 proclamó el 16 de octubre como el Día Mundial de la Alimentación. Aunque los objetivos planteados hace 42 años se han modificado en su mayoría, se han añadido otras problemáticas clave que necesitan atención. El cambio climático, la escasez hídrica, así como la obesidad y la alimentación saludable son parte del nuevo relato para reflexionar en este día.

La Ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, con motivo de esta fecha, destacó “el tremendo desafío que tiene la agricultura: alimentar con productos saludables, inocuos y nutritivos a una población cada vez mayor, pero con menor disponibilidad de recursos hídricos y de tierra cultivable”.

Además, la autoridad subraya el uso que hace el campo del agua, pues “el sector agrícola utiliza el agua para transformarla en alimentos para las personas, siendo base del bienestar y de la seguridad alimentaria”.

Gustavo Rubio Palma es un agricultor de Pelarco, en la VII región, y respalda la declaración de la ministra: “he vivido toda mi vida de la agricultura y ha cambiado bastante, empecé como arrocero y he cambiado a otros cultivos que sean más rentables, pues nos hemos adecuado a la disminución del agua de riego; por eso dejé el arroz que necesita más caudal y he tecnificado a la vez los cultivos con lo cual he podido estar hasta este minuto”.

Además, explica que “si sigue esta sequía y esta situación del mal manejo de los caudales, vamos a tener un fracaso de la producción alimentaria de la agricultura”.

Debido al cambio climático, los cultivos de miles de agricultores han tenido que cambiar para poder mantener la seguridad alimentaria del país. Éste es uno de los desafíos que tiene la alimentación para los próximos años para asegurar el suministro de alimentos para la población.

Un dato clave es que la Región Metropolitana, con una de las superficies agrícolas más pequeñas del país, produce el 33% de las hortalizas y casi un 20% de las frutas, entregando suministros frescos todos los días a los más de 8 millones de habitantes de la capital.

En este sentido, Liliana Camelio, de Regando Futuro, que reúne a todos los regantes de Chile, señala que “desde el corazón del campo chileno nacen los alimentos que día a día están presentes en nuestra mesa” y agrega que “para que estos alimentos sean realidad se requiere de suelo y agua, la base de la agricultura; y de los agricultores que deben mantener la vitalidad de nuestros campos, conservando los recursos naturales y la biodiversidad”.

Adicionalmente la actual sequía que vivimos en Chile no hace el camino más fácil, puesto que el agua es fundamental para poder cultivar en el campo chileno.

Así lo expresa Liliana Camelio, “conservar estos recursos y luchar contra el cambio climático es fundamental para el desarrollo de la alimentación, es tarea de todos resguardar y optimizar el uso del agua, uno de los recursos naturales más escasos del mundo, es vital”.

Como enfatiza don Gustavo Rubio “si se nos acaba el agua se nos acaba la vida

Obesidad: la pandemia silenciosa

La alimentación saludable proviene en casi su totalidad de nuestros campos, por lo que la falta de ella trae aparejado uno de los principales problemas de salud: la obesidad, la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido como una pandemia.

En Chile, según la última Encuesta Nacional de Salud (2017), casi 3 de cada 4 chilenos presentan algún grado de malnutrición en exceso. Esta es la razón, tras esta alarmante cifra, que tanto la autoridad de salud, como la sociedad médica, hacen continuos llamados a que se consuman más alimentos saludables como frutas, verduras o legumbres.