Un gran aumento en la demanda de libros por parte de jóvenes, alta participación en actividades culturales y una fuerte vinculación con el ecosistema lector local, son algunos de los principales resultados del proyecto recientemente implementado por la Biblioteca Municipal de Concepción y sus bibliotecas comunitarias, gracias al financiamiento del Fondo del Libro.
El proyecto ha significado un verdadero impulso para las tres bibliotecas públicas bajo administración municipal (Biblioteca Municipal José Toribio Medina, Biblioteca Comunitaria San Francisco y Biblioteca Comunitaria Gabriela Mistral), al fortalecer sus colecciones con narrativas juveniles contemporáneas, incluyendo novelas, cómics, mangas, novelas gráficas y fanzines de autores locales, además de ejemplares accesibles para personas con discapacidad visual, traducidos al sistema Braille y con ilustraciones en papel táctil Swell Touch.
El director de la Biblioteca Municipal de Concepción, Boris Márquez, destacó que “esta iniciativa, financiada por el Fondo del Libro, ha generado un importante impulso a nuestras tres bibliotecas, y se ha notado directamente en el nivel de demanda de los libros”.
El efecto positivo se ha reflejado también en un aumento significativo de usuarios inscritos, especialmente en las bibliotecas comunitarias, que han visto fortalecida su presencia territorial y relevancia educativa.
La alta convocatoria en las actividades del proyecto, talleres, cuentacuentos, conversatorios y jornadas de sensibilización, ha puesto en evidencia el entusiasmo de los jóvenes por acceder a contenidos que los representan y les resultan cercanos.
Uno de los sellos distintivos del proyecto ha sido la valorización de artistas locales, quienes no solo han sido incorporados en la colección bibliográfica con sus fanzines y obras ilustradas, sino también visibilizados a través de estanterías destacadas y los nuevos tótems de autoatención, que funcionan como una vitrina directa a sus creaciones.
El proyecto también ha generado un círculo virtuoso de colaboración, vinculándose activamente con establecimientos educacionales, organizaciones juveniles e instituciones que trabajan con niños y jóvenes con limitaciones visuales, potenciando así el acceso equitativo a la lectura.
En ese sentido, el gestor cultural Alfonso Ramírez señaló que “la vinculación con organizaciones culturales juveniles, establecimientos educacionales, colectivos, cosplayers, incluso con la popular animé japonesa Miku, ha hecho que nuestro proyecto haya tenido un alto conocimiento, lo que ha significado que muchos más jóvenes se hayan acercado a nuestras bibliotecas”.
Finalmente, Ramírez valoró que con este proyecto “se ha demostrado que los jóvenes sí leen y que lo hacen con entusiasmo cuando se les ofrece contenido significativo, accesible y cercano a sus intereses. Lo que en principio se proyectó como una mejora bibliográfica, hoy se ha transformado en un fenómeno cultural que revitaliza el rol de las bibliotecas como espacios vivos, inclusivos y profundamente conectados con su comunidad”.