La Dra. Samatha Brooks, integrante del Departamento de Medicina Psicológica de la Universidad King’s College de Reino Unido, publicó en marzo de esta año -junto a otros investigadores- el estudio titulado «El impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo: revisión rápida de la evidencia».

Este trabajo considera la información que se tenía respecto a los alcances del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2003 y del brote de ébola de 2014. De este modo, concluyeron efectos mentales negativos, incluyendo síntomas de estrés postraumático, confusión y enojo.

En lo que se refiere a los estudios de experiencias anteriores y a aquellos que han profundizado en la emergencia sanitaria causada por Covid-19, Daniela Campos, jefa técnica de Riesgos Psicosociales de la Asociación Chilena de Seguridad (Achs), comentó que el impacto psicológico de las cuarentenas tiene una estrecha relación con la duración y características que éstas tengan.

Los expertos plantean que el uso exitoso de la cuarentena como medida de salud pública requiere que se reduzcan, en lo posible, los efectos negativos asociados con ella. Sobre ese punto de vista, la psicóloga argumentó que dar un significado positivo a este periodo es una manera efectiva de generar protección en términos mentales, por lo que fomentar un sentido altruista otorgaría mayor bienestar a trabajadores y trabajadoras.

En lo que respecta a las prácticas que disminuyen las alteraciones psicológicas, Campos entregó algunos consejos para quienes continúan desarrollando sus actividades laborales durante la pandemia.

Según los estudios, los factores de estrés en este tipo de situaciones se vinculan a una mayor duración de las cuarentenas, temores de infección, frustración, aburrimiento, información inadecuada, y pérdidas financieras, entre otros.

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