En abril de 1990 en el Café del Cerro junto a un pequeño ensamble de percusión cubana, Carmen Prieto se desarrolla en un ambiente íntimo potenciando el bolero chileno a nivel internacional.

La actriz y cantante conversó con las panelistas Féminas Sinfónicas; Ximena Águila y Carmen María Burmeister, recalcando que estar en espacios pequeños no significa que esto no se expanda, pues su amplitud como artista traspasa las paredes de los locales. Con 30 años de carrera y 12 discos, además de variadas cooperaciones le ha otorgado “mucho caminar artístico por América Latina, eso me hace ser una figura con cierto nombre, ligado al bolero y la música del alma, lo traigo con mucho cariño y no he parado nunca”, detalló.

Proveniente de una familia ligada a la música docta (es hija del concertino de las orquestas Filarmónica y Sinfónica de los años ’60, Mario Prieto), la música ha sido parte de su vida desde antes de nacer, aunque nunca la obligaron a seguir este camino. “Mi papá me lo propuso, en algún momento, lo que pasa es que a él lo obligaron a estudiar música, por lo que no lo repitió. Lo que sí hizo fue inculcarnos el arte y la cultura, no era un tema menor”, enfatizó.

Luego, su madre viaja a Cuba y trae música local. “Lo primero que me entró fue la célula rítmica del bolero, después unos violines que sonaban y lo tercero fue la carátula de un disco, con una mujer morena cantando, eso me fascinó”, recordó sobre su primer acercamiento a los cinco años de edad.

“El bolero es, ancestralmente, una canción de amor, incluso tenía otras métricas solo con dos guitarras. Luego empezaron a sumarse las maracas, la percusión y el mundo de la orquesta, que le da ese ropaje de bolero de salón”, detalló la cantante.

También menciona que era un rubro, principalmente, masculino siendo las mujeres que trataban de entrar a este mundo eran consideradas “bataclanas”, en la década del 40. Entonces ellas empezaban tocando piano y a componer esta música. Tema recurrente en el mundo artístico, donde la mujer ha debido luchar para lograr un espacio.

Otra faceta de su carrera es como actriz, participando en diversas producciones nacionales como “Las descaradas” y “La Negra Ester”, a cuyo estreno asistió Nicanor Parra. Entre sus actuales proyectos espera realizar una obra que muestre la historia de su familia, el violín de sus padres y el talento de sus primas. Así como un recorrido que realizó para celebrar los cien años de Violeta Parra, “esa gira marca un antes y un después, fue maravillosa”.

“Está el material y las ganas, todo tiene que ver con nuestra familia Prieto, que incluye a mi hijo que también es Prieto por su padre”, destaca agregando que también es músico percusionista.

Este y más detalles en el nuevo capítulo de Féminas Sinfónicas el sábado 22 de mayo a las 15:00 por Radio UdeC y Facebook Live de Corcudec.

Fuente: Comunicaciones Corcudec.