En Chile existen las capacidades para poder implementar un programa de vigilancia genómica a lo largo y ancho del territorio, tal cual se hace actualmente en otros países como Alemania e Inglaterra. En ese sentido, es durante 2020 que la Sociedad de Genética de Chile (SOCHIGEN) y el Consorcio Genomas Cov2 impulsan la creación de una red de laboratorios genómicos, muy similar a la red de laboratorios de PCR de COVID-19.

El Dr. Felipe Aguilera, integrante activo de la SOCHIGEN, además de académico del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular e investigador principal del Laboratorio de Genómica Marina, Desarrollo y Evolución (LGMDE) de la Facultad de Ciencias Biológicas, es quien lideró las gestiones para unirse a esta investigación de la COVID-19. En este contexto no se trata de sólo realizar estudios genómicos conducentes para determinar las variantes del virus que podrían estar circulando en la región, sino de “aportar en el proceso de generación de políticas públicas en torno a esta pandemia”, comentó.

A la fecha, 12 mil mutaciones del SARS CoV-2 se han detectado en todo el mundo. Se habla de al menos 15 variantes del virus que estarían circulando en la Región del Biobío y desde marzo del año pasado ya se han detectado 329 genomas distintos. Por tanto, contar con dicha información se torna esencial, puesto que así “los laboratorios fabricantes de vacunas, especialmente las basadas en tecnología de ARN, pueden implementar modificaciones para incrementar su efectividad ante una variante del virus más letal o contagiosa”, añadió el Dr. Aguilera.

“Como LGMDE tenemos los conocimientos y capacidades analíticas, por lo tanto, los posibles impactos que podríamos hacer como laboratorio en diferentes aristas de esta pandemia es un hecho bien estimulante para nosotros”, fueron sus palabras.

El año pasado, el laboratorio, en una alianza estratégica con el Centro de Biotecnología de la UdeC, se adjudicó un proyecto FONDEQUIP, con el cual buscan implementar una plataforma de secuenciación en tiempo real y un servidor bioinformático para análisis de datos ómicos. En estos momentos están en proceso de adquisición del equipamiento para incorporarse a la red de vigilancia genómica durante el segundo semestre del presente año.

Si bien el proyecto FONDEQUIP no fue postulado para esto, las circunstancias actuales y la gran versatilidad del equipamiento lo hacen factible para poder usarlo en secuenciación de genomas virales. En ese sentido, la Dra. Roxana Pincheira, directora de Investigación de la Facultad de Ciencias Biológicas, agregó que “cuando se habla de ciencia y experimentación uno no puede cerrarse, menos en el uso de los equipamientos. La experiencia nos demuestra que los objetivos de los proyectos generalmente cambian en el tiempo y que muchas veces debemos tomar caminos no pensados previamente”.

Con miras a analizar hasta 360 muestras semanales, en un trabajo coordinado con seis universidades, desde Antofagasta a Punta Arenas, la secuenciación, ensamblaje y almacenamiento de los genomas del virus SARS-CoV-2 serán entregados al Ministerio de Salud y depositados en la plataforma internacional de acceso abierto conocida como GISAID.

Esta plataforma fue creada en el 2008 para compartir datos de la influenza, pero actualmente está siendo utilizada para albergar la información relacionada con el SARS-CoV-2, lo que permite entender mejor cómo se comporta y evoluciona este virus, tal como lo indicó el Dr. Aguilera.

La pandemia ha cambiado las prioridades en la investigación a nivel mundial y aportar desde la región, donde la capacidad científica existe, se torna relevante para conocer las mutaciones, variantes y evolución del virus a medida que se transmite en la población.

Fuente: Facultad de Ciencias Biológicas UdeC.