Tal como se ha dado a conocer, Japón fue azotado durante la mañana de este miércoles por un terremoto de magnitud 7.3 en la escala Richter, el que fue percibido fuertemente en varias ciudades de dicho país, como en su capital, Tokio. Ello despertó las alertas por un posible maremoto en las costas chilenas, lo que para el académico del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Concepción (UdeC), Andrés Tassara Oddo, resulta plausible, a pesar de que clarifica que ello no afectaría a las costas chilenas al ser demasiado pequeña la columna de agua que podría desplazarse hasta nuestro territorio.

El epicentro del movimiento telúrico que afectó al país nipón se ubicó a 57,1 kilómetros del pueblo de Namie, en Fukushima, a una profundidad de 63,1 kilómetros. Es por ello que la Agencia Meteorológica japonesa decretó, pocos minutos después, una alerta de tsunami preventiva para las prefecturas de Miyagi y Fukushima, con el objetivo de resguardar a su población.

Por el contrario, en Chile, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), señaló a través de sus medios oficiales que el terremoto registrado «no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile», lo que puso paños fríos a la situación.

En ese sentido, el director alterno del Núcleo Milenio CYCLO y doctor en Geofísica de la Freie Universität Berlin de Alemania, explicó que si bien no existe riesgo alguno, es altamente probable que se registren movimientos de columnas de agua en nuestras costas.

Respecto de cuándo podría descartarse a ciencia cierta la posibilidad de un maremoto, el académico clarificó que ello depende de los criterios que sean considerados, aunque lo correcto sería esperar a que se modele la fuente del terremoto.

Donde sí existieron movimientos relevantes de aguas fue, justamente, en la misma costa de la prefectura de Miyagi, en Japón, donde un tsunami de unos 20 centímetros fue registrado a las 00:29 horas de este jueves, según la hora local. Cabe destacar que se trata de la misma prefectura que en 2011 fue golpeada por un maremoto que causó un desastre en su planta de energía nuclear.