Tras el anuncio del cierre de la planta Bocamina 2 en Coronel y el aplazamiento que se informó posteriormente, además de los problemas de escasez hídrica en la región, la consejera regional Ana Araneda, presidenta de la comisión de medio ambiente, se reunió con la Seremi de Energía, Daniela Espinoza, para tratar estos temas.

Concretar el cierre de la termoeléctrica es un hito muy importante para la ciudad de Coronel, por todo el historial de efectos adversos a la salud por contaminación ambiental y también para el país. El plan de descarbonización ha sido una promesa que realizó el gobierno anterior y también este gobierno, acelerando el periodo para el 2030”, explicó la consejera Ana Araneda.

Para la presidenta de la comisión de medio ambiente del Core es muy relevante contar con un proceso claro y que concrete sus plazos. “Independiente del déficit hídrico, Bocamina sí o sí se cierra el 30 de septiembre”, aseguró la consejera regional.

La consejera agregó que si bien se sabe que la región del Biobío es la capital de la energía, cuyo 18% corresponde a la fuente agua a través de centrales hidroeléctricas, la condición crítica de escasez hídrica presiona a seguir impulsando las energías renovables no convencionales con responsabilidad y sustentabilidad en los territorios.