Este martes, en el Auditorio Salón de Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, el Seremi de Salud, Dr. Eduardo Barra, y el Director del Departamento de Obstetricia y Ginecología, Dr. Juan Raúl Escalona, presidieron el conversatorio con mujeres sobrevivientes de cáncer, en contexto de la Conmemoración del Día Internacional del Cáncer cervicouterino.
El cáncer cervicouterino corresponde a una alteración celular que se origina en el epitelio del cuello del útero y se manifiesta inicialmente a través de lesiones de lenta y progresiva evolución, que van desde el cáncer in situ (circunscrito a la superficie epitelial) al cáncer invasor, en que el compromiso traspasa la membrana basal.
Los signos y síntomas corresponden a secreción vaginal inusual, sangrado vaginal anormal y dolor durante el coito; mientras que los factores de riesgo dicen relación con el Virus del Papiloma Humano (VPH), infección por Clamidia, tabaquismo e inmunosupresión.
Las medidas preventivas o de detección temprana, en tanto, corresponden a controles periódicos de salud, uso de preservativo, no fumar, vacunación contra el VPH y mantener pareja única y estable.
“El Estado garantiza la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano en cuarto y quinto año básico; la cobertura del Papanicolau cada tres años en mujeres entre 25 a 65 años; mientras que el cáncer cervicouterino está incorporado dentro del régimen de Garantías Explícitas de Salud GES, para toda mujer a partir de la sospecha de la patología. En ese contexto, nuestro objetivo en el Día Internacional del Cáncer cervicouterino es promover el autocuidado y la detección precoz, así como el desarrollo de factores protectores y el acceso a acciones de promoción de la salud”, indicó el Seremi de Salud.
Antecedentes estadísticos
La tasa estimada de incidencia de cáncer Cervicouterino (2003-2007) para la región del Biobío es de 17,8 casos por cada 100.000 mujeres; llegando a 42,0 por cada 100.000 mujeres en el cáncer de mama; y a 8,1 casos por cada 100.000 en cáncer de ovario.
A nivel regional existe el desafío de avanzar hacia la actualización de datos, por lo que se están elaborando diferentes estrategias para acelerar las labores propias del registro de cáncer.