Este jueves en Nuestra Pauta conversamos con la Dra. Paula Aravena Bustos, directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre, (CRFS), dependiente de la Facultad de Ciencias Veterinarias UdeC, para conocer parte de sus actividades y la labor que realizan en sus 20 años de funcionamiento.

En ese sentido, una de las funciones principales es la formación de capital avanzado, con las y los estudiantes de Veterinaria, además del manejo y rehabilitación de fauna silvestre en la clínica, junto con generar instancias de educación ambiental con la comunidad.

Precisamente, la Dra. Aravena señaló que tanto el interés de la comunidad como la conciencia a nivel mundial sobre la importancia de proteger a estas especies silvestres ha ido cambiando a lo largo del tiempo, al menos desde hace 20 años cuando se fundó este centro.

Ese cambio ha permitido que esta repartición sea reconocida por su labor, sobre todo en cuanto a los pacientes que llegan al centro a raíz de los incendios forestales registrados en el país.

En cuanto al interés de las y los estudiantes y la vinculación del centro con otras instituciones, Aravena destacó que actualmente hay una lista de espera de cerca de 50 estudiantes, de los campus Concepción y Chillán, para colaborar voluntariamente con las tareas de rehabilitación.

Asimismo, indicó que cada año se entregan cerca de 500 muestras para virología o microbiología, que sirven de insumo en tesis o estudios de la Universidad de Concepción y otras instituciones.

La directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre UdeC valoró también el interés de la comunidad, reflejado en la demanda de charlas y talleres solicitados por organismos públicos, como la Conaf o el SAG, además del Colegio Médico Veterinario y municipios.

En relación con diferentes temáticas de discusión pública, como el proyecto de ley que buscaba permitir la caza de perros asilvestrados, la dra. Aravena sostuvo que hay una “carencia de información” importante y detalló que más del 50% de los pacientes que llegan al centro son producto de ataques de perros y gatos asilvestrados.

La situación es compleja porque tanto las aves como los pequeños marsupiales o mamíferos son actores claves en la mantención del equilibrio del ecosistema al movilizar semillas en el territorio, principalmente, de bosque nativo.

La directora del Centro agregó que los animales silvestres no están preparados para enfrentar el ataque de un perro asilvestrado, no solo por las mordeduras sino también por las bacterias, parásitos o virus que pueden transmitir, como el distemper o el parvo.

En ese sentido, Aravena explicó que, luego de 14 mil años de domesticación, los seres humanos hemos aprendido a convivir con bacterias y la flora propia de los perros, mientras que los animales silvestres no pueden asimilar este intercambio.

Finalmente, la directora del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre indicó que un perro doméstico, con los tratamientos adecuados, puede sobrevivir a una enfermedad como el parvovirus, mientras que los animales silvestres no tienen esa adaptación evolutiva, por lo que han tenido pacientes durante meses con este tipo de enfermedades y los resultados de los tratamientos han sido infructuosos.

Escucha aquí la entrevista completa: