Durante la mañana de este martes, el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, firmó el decreto que declaró emergencia agrícola entre las regiones de Valparaíso y Biobío por los daños provocados por el sistema frontal de la última semana. Con lo anterior, serán desplegadas diferentes estrategias de evaluación y contingencia, las que consideran la entrega de alimentos para los animales de los sectores ganadero, avícola y apícola.

La noticia fue dada a conocer por el titular del Ministerio de Agricultura, quien agregó que se dará inicio a la elaboración de las ‘fichas Minagri’ para cuantificar los daños asociados a las afectaciones de viviendas, invernaderos, sistemas de riego, bocatomas, canales y otras formas de infraestructura. De esta manera, afirmó el secretario de Estado, se buscará determinar «en qué situación estructural y contextual se encuentra la agricultura en el país». 

Reunión con la SNA

A eso del mediodía del martes, el ministro Valenzuela concurrió a una reunión con el presidente de la República y representantes de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), en la que los últimos propusieron al Ejecutivo recuperar colaborativamente los caminos dañados, limpiar los canales obstruidos y establecer créditos blandos de mediano y largo plazo para la reconstrucción de la infraestructura perdida. A ello se refirió el titular ministerial.

Por su parte, el presidente de la SNA, Antonio Walker, anunció que la sociedad convertirá sus 20 liceos agrícolas en centros de acopio, a lo que se sumará el despliegue de sus 45 gremios, los que acudirán en apoyo de los agricultores afectados con «maquinaria liviana y pesada, tractores, pulverizadores y bombas de agua». 

En ese sentido, el representante apuntó que el principal desafío para la próxima temporada agrícola será la puesta en marcha de la infraestructura hídrica.

En esa línea, Walker llamó al Gobierno a «activar» instituciones como BancoEstado y Corfo ante la emergencia, y a desarrollar una «acción muy unida entre los ministerios de Obras Públicas, Agricultura, Desarrollo Social y Economía».

Afectación regional

En cuanto a la región del Biobío, la seremi (s) de Agricultura, Fabiola Lara, detalló que, de momento, se cuantifican alrededor de 800 agricultores damnificados a raíz del sistema frontal, de los que 500 corresponderían a usuarios de Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap).

Principalmente, estos sufrieron la pérdida de praderas «anuales y permanentes», inundaciones en sus cultivos tradicionales y diversos daños en sus invernaderos, sistemas de riego e infraestructuras para el turismo rural. También, fueron reportadas afectaciones en aves, bovinos, ovinos y abejas de apiario.

Dichos daños se concentran, sobre todo, en las comunas de Alto Biobío, Antuco, Arauco, Cabrero y Cañete.

Junto con ello, la titular (s) de Agricultura sostuvo que se identificó de manera «preliminar» una demanda regional de alimentación para animales y abejas cercana a las 258 toneladas.

Por último, se precisó que en el caso particular de Alto Biobío, existen 180 familias afectadas por la inundación de las bodegas en las que mantenían la alimentación entregada por Indap durante abril, mayo y junio a través del plan de invierno del Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI).

A pesar de ello, Lara aseguró que tanto la cartera regional como el alcalde de la citada comuna se encuentran «muy tranquilos», dado que la mayoría de las personas del territorio ya contarían «con esa alimentación animal». Por ello, durante las próximas semanas la preocupación estará puesta en aquellas personas que perdieron toda su infraestructura productiva.