El volcamiento de un bus de la locomoción colectiva en Chiguayante que terminó con la vida de tres personas y la posterior detención de su conductor por encontrarse bajo los efectos de las drogas, junto a las fiscalizaciones efectuadas en distintos puntos del Gran Concepción durante los últimos días que también han terminado con la detención de choferes, reactivaron la histórica preocupación en torno a la seguridad del transporte público en la región.
En este contexto, el seremi de Transportes, Patricio Fierro, junto a autoridades locales, representantes de Senda, la Dirección del Trabajo, dirigentes gremiales y empresarios de las líneas San Pedro, Ruta Las Playas, Buses Palomares, Las Galaxias y Nueva Llacolén, sostuvieron una reunión en la que se acordaron acciones inmediatas y compromisos de seguimiento para enfrentar el consumo de drogas entre conductores.
Fierro agradeció el compromiso de los actores involucrados y su esfuerzo en avanzar en la implementación de “medidas que apunten no solo al control, sino también a la prevención y al acompañamiento”.
“Estamos avanzando en la adecuación de los reglamentos internos de higiene y seguridad de las empresas, fortaleciendo los exámenes ocupacionales y aleatorios, y Senda ya está trabajando en la entrega de nuevos dispositivos para fiscalización”, agregó la autoridad.
El seremi recalcó que “esta situación no representa a la mayoría de nuestros conductores, que son profesionales serios y comprometidos, pero los hechos recientes nos obligan a actuar con decisión y responsabilidad”.
Uno de los últimos sucesos en esta materia fue la reciente detención de dos choferes de locomoción colectiva que operaban bajo el efecto de sustancias ilícitas en Penco. Rodrigo Vera, alcalde de dicha comuna, valoró el inicio de acciones concretas, pero planteó que aún queda mucho por avanzar. “Queremos que las personas que eligen el transporte público tengan la certeza de que su conductor está en condiciones físicas y psicológicas para operar un vehículo. Lo ocurrido es grave y no podemos volver a dejar pasar este tipo de situaciones”, aseguró.
Desde el lado de los trabajadores, José Coronado, vocero nacional de la Coordinadora de Conductores de Chile, apuntó a la precariedad estructural del rubro. “Aquí no solo hablamos de drogas, sino de un sistema entero que ha fallado (…) Muchos conductores no tienen contratos formales, no existen reglamentos internos de higiene y seguridad, y las empresas no asumen la responsabilidad que les corresponde como empleadores”, expresó.
“Nosotros no justificamos el consumo de drogas en ningún caso, pero sí exigimos que existan mecanismos reales de control, tratamiento, rehabilitación y reinserción laboral para quienes caen en esta situación. No se puede seguir esperando una tragedia mayor para hacer algo”, agregó Coronado.
“Las drogas han ido escalando y están al alcance de todos, en cualquier esquina. En la salida de todos los terminales yo creo que venden droga”, fue parte de la reflexión del dirigente.
El vocero también hizo un llamado a mirar el fenómeno desde una perspectiva de salud pública. “Los conductores están enfrentando jornadas excesivas, estrés permanente, problemas de sueño, hipertensión, diabetes. No es solo un tema de drogas, es una crisis de salud laboral. Recordemos lo ocurrido en San Pedro de la Paz: ocho personas fallecidas, y no se tomaron medidas estructurales”, concluyó.
Finalmente, el seremi de Transportes indicó que, por contrato, las encargadas de aplicar estos planes son las empresas, pero “lo vamos a realizar en coordinación también con las instituciones que el Estado de dispone para poder apoyar y contribuir en el desarrollo de esas tareas”. La mesa de trabajo acordó realizar un seguimiento en 30 días, donde se evaluará el avance de las acciones comprometidas.