Tras la llegada de 600 efectivos de las Fuerzas Armadas a las tres regiones que comprenden la macrozona norte, el gobernador de Arica y Parinacota, Jorge Díaz Ibarra, se refirió en Nuestra Pauta AM a las necesidades que hoy presenta la región que encabeza, al efecto disuasorio que ha generado la presencia militar y a la implementación de otras medidas de carácter permanente, como la creación de una policía fronteriza.

La autoridad política contextualizó el diálogo en la crisis migratoria que, con particular severidad, vive su zona desde 2020, cuando se decretó el cierre de las fronteras nacionales producto de la pandemia por COVID-19. Fue en ese punto, recuerda Díaz, cuando comenzó a consolidarse y masificarse la inmigración por pasos irregulares, «lo que implicó el ingreso y la salida de cientos de personas sin ningún control».

Tras la reapertura de las fronteras hace poco más de un año, explicó el gobernador, los puntos clandestinos han seguido operando, esta vez, aprovechados por bandas de coyotes: organizaciones dedicadas a traer nuevos individuos al país de manera clandestina. Esta situación, afirma, ha impactado en las tasas de delitos como robo de vehículos y casas, tráfico de armas y drogas, trata de personas y homicidios.

Fuera de estigmatizaciones, la máxima autoridad zonal atribuyó el alza en los crímenes al ingreso de delincuentes vinculados a bandas de crimen organizado con influencia a nivel internacional, lo que establecería un vínculo entre migración y otros factores delictuales. «Más del 40% de los detenidos por los homicidios (registrados en 2022 en la región) corresponde a extranjeros que ingresaron por pasos irregulares al país», apuntó.

Lo anterior, enfatiza el gobernador de Arica y Parinacota, también puede evidenciarse en el sistema carcelario local, donde casi el 30% corresponde a reos de origen foráneo. Dicho indicador resulta muy superior al promedio nacional informado por Gendarmería al 31 de octubre de 2022, el que reportaba un 11% de población extranjera en la totalidad de penales a nivel nacional.

Anhelado despliegue

La llegada de al menos 600 efectivos militares a la macrozona norte era algo esperado «desde hace mucho tiempo», según explica el gobernador Jorge Díaz, dado qque las dotaciones de Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) ya no daban abasto.

No obstante, la electa autoridad cuestionó el limitado tiempo que posee este despliegue, sobre todo, ante el invariable carácter fronterizo de la región.

En ese sentido, el gobernador de Arica y Parinacota interpreta este periodo de 90 días como «una cuenta regresiva para tomar decisiones de carácter más permanente». Dentro de ellas, postula la creación de una policía fronteriza especializada; modificar la fórmula de cálculo de las dotaciones para Carabineros y la PDI, con un ítem independiente para las fronteras; y otorgar a las FF.AA. la función permanente de resguardo de los bordes.

Finalmente, el representante destacó la compra, con cargo a los recursos del GORE, de sistemas de reconocimiento biométrico, vehículos y otros implementos para el control migratorio.

«Cuando pensamos en que esto tiene que avanzar, entendemos que el resguardo no es para la región, sino que para el país. Las fronteras no son de Arica y Parinacota, sino que de Chile», concluyó el gobernador.

Revisa la entrevista completa con Jorge Díaz Ibarra aquí: