A través de un recurso de protección interpuesto esta semana ante la Corte de Apelaciones de Concepción, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Concepción busca que los ministerios de Defensa, Salud e Interior redefinan el concepto de «esencial», permitiéndole así al comercio detallista funcionar durante la cuarentena y terminar con lo que, a juicio del gremio, es «una desigualdad de trato respecto de los supermercados y el retail».

El requerimiento del comercio local llega en medio de una evidente disminución en las cifras de la pandemia en el Gran Concepción (casos nuevos, casos activos y ocupación de camas críticas) y en el inicio del desconfinamiento en las comunas de Tomé, Penco y Chiguayante, tras dos meses de cuarentena. Ante el actual escenario, la autoridad sanitaria no ha descartado la posibilidad de que este jueves se anuncien medidas en la misma dirección para las comunas de Concepción, Talcahuano y Hualpén.

Para la presidenta de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Concepción, Sara Cepeda, la reapertura «no puede esperar un día más». La dirigenta sostuvo que la situación del sector es crítica, especialmente al perder por segundo año consecutivo los ingresos asociados al Día de la Madre.

Asimismo, insistió en que se trata de una crisis extendida por toda la región y que es necesario que las decisiones comiencen a tomarse desde el territorio local y no desde Santiago.

«Tarjeta verde» para la gastronomía y el turismo

El presidente de la Asociación de Empresas del Biobío (ASEM), Humberto Miguel, en tanto, destacó que si bien la industria local continúa funcionando en una relativa normalidad, el comercio, la gastronomía y el turismo son los más golpeados por el impacto de la pandemia y las cuarentenas. El desconfinamiento, sostuvo, permite «reactivar inmediatamente sectores importantes de la economía que han estado muy complicados este tiempo, con aperturas interrumpidas que han afectado sus ingresos y la posibilidad de funcionar normalmente».

Miguel indicó que el sector gastronómico está «en el suelo», con más de un 60% de locales cerrados, sin posibilidad de hacer delivery, y cerca de un 18% que no reabriría sus puertas.

Pese a ser crítico de la gestión de la autoridad, en particular en lo relacionado con la entrega de ayuda, el representante sostuvo que como gremio han elevado una serie de propuestas destinadas a impulsar la reactivación a nivel local.

En particular, desde ASEM Biobío han impulsado la Tarjeta Verde, en línea con las decisiones tomadas en países europeos, lo que permitiría en Fase 2 atender al interior de los restaurantes a personas que acrediten estar vacunadas con las dos dosis o recuperadas del Covid-19. Implementar esta medida, junto con los protocolos sanitarios ya existentes, sería la única forma evitar que la situación del sector se vuelva aún mas compleja.

Finalmente, Humberto Miguel declaró que, junto con la aceleración del plan de reactivación económica del gobierno, también es fundamental el apoyo de los consumidores locales. «Tenemos que preferirnos, ayudarnos entre nosotros y preferir las empresas locales. Tenemos que salvar este tipo de empresas y este comercio, que no es bueno para el país ni para nadie que desaparezca», concluyó.