Más de 5 mil personas ya han visitado la muestra “Recolecciones: Memorias de Violeta en el Biobío”, en la casona museo del Parque Pedro del Río Zañartu. La exhibición, que fue inaugurada el pasado 21 de octubre, ha permitido que una comunidad amplia, de todas las edades, se acerque y reencuentre con esta colección de objetos y documentos recopilados por Violeta Parra durante su estadía en la región Biobío.

Este interés motivó al espacio patrimonial extender la fecha de cierre de la muestra para el 29 de noviembre y movilizar el hito de cierre para el 25 de noviembre, día en que se realizará una ceremonia colectiva de bautismo de guitarras a cargo de la investigadora de cultura tradicional Patricia Chavarría.

Habrán ocho cupos disponibles – previa inscripción en [email protected] – para quienes deseen bautizar sus instrumentos, el sábado 25 de noviembre, a las 17:00 horas, en la explanada de la casona. La ceremonia será abierta a todo público, con acceso liberado al Parque Museo desde las 16:30 a las 17:30 horas.

Esta colección ha estado resguardada y conservada en el Parque Museo por más de 40 años, y ha sido fuente de interés de investigadores/as a nivel nacional e internacional. 

Como equipo y nueva administración esta muestra y todo lo que ha removido en la comunidad regional es de gran importancia. No solo ha compartido un gesto en torno a nuestro deseo de dar movilidad y dinamismo a la valiosa colección del museo, sino que ha logrado que distintas generaciones conecten con nuestra historia reciente, su riqueza y vinculación con el presente a través del trabajo único y pionero de Violeta Parra, comenta Javiera Matus de la Parra Torres, directora ejecutiva del espacio patrimonial, a modo de invitación.

Violeta Parra en el Parque Museo

La «Colección Violeta Parra» alberga objetos musicales, fotografías y partituras que formaron parte del Museo que Violeta creó durante su tiempo en la región del Biobío. Estas piezas están relacionadas con los conocimientos de la cultura tradicional campesina y también incluyen elementos de carácter personal, como sus suecos. La compositora, artista y pensadora pasó por la región en el contexto de un contrato laboral que sostuvo con la Universidad de Concepción en 1957, periodo que se extendió hasta 1958 y en el que recopiló la tradición musical en lugares como Hualqui y Ñipas.

Además, se le encomendó la creación de un Museo Nacional del Arte Folklórico, al que aportó contenidos materiales e inmateriales, incluyendo un guitarrón chileno, un gramófono, tres arpas y una serie de 50 manuscritos con partituras de cuecas de la zona, transcritas por Gastón Soublette, entre otras piezas. Parte de este acervo llegó al Parque Museo Pedro del Río Zañartu por donación años después, conformando la Colección Violeta Parra.

La colección despliega una narrativa museográfica diseñada para conectar, especialmente con nuevas generaciones, enfatizando en la memoria que portan esos objetos que son un reflejo material de la labor investigativa de Violeta en la región.