Mientras llegaba un nuevo año, la ciudad china de Wuhan tenía un virus que se estaba gestando lentamente entre sus densos mercados y esquinas. Lo que más tarde se conocería como COVID-19 fue ampliamente difundido y entendido como una amenaza potencial para la vida de muchos y la economía mundial.

Mientras tanto, los líderes de la industria han adoptado nuevas tecnologías y procedimientos de trabajo a distancia para limitar el impacto del virus en las finanzas y sus empleados.

En su calidad de dispositivos pilotados a distancia, los drones son naturalmente eficaces para reducir al mínimo las interacciones humanas, lo que es crucial cuando los mismos agentes destinados a salvaguardar las comunidades pueden convertirse en vectores de la propagación del virus.

La empresa china DJI, en conjunto con socios locales, ha hecho que se desplieguen drones de cuatro maneras: para facilitar la comunicación, desinfectar áreas, entregar suministros y medir la temperatura corporal.

A continuación, DJI comparte las formas en que se están utilizando los drones en China, para inspirar a otros sobre cómo pueden utilizar las nuevas tecnologías para combatir la propagación de COVID-19.

Inspección y difusión

Los drones se han convertido en poderosas herramientas para visualizar áreas extensas y comunicarse en zonas complicadas. Estas mismas capacidades han servido para supervisar y comunicar en zonas urbanas densas durante el pánico en torno a COVID-19. Con los drones, los oficiales pueden escanear eficientemente un área y emitir un mensaje, como ponerse la máscara o permanecer dentro si el área está infectada. Todo ello manteniendo simultáneamente a los oficiales alejados del contacto cercano con personas potencialmente infectadas.

Entrega de suministros críticos

Ante el riesgo de una pandemia, los gobiernos locales a menudo han alentado a los ciudadanos a limitar su exposición y a permanecer en sus hogares. Esto ha puesto en tensión los sistemas de reparto de paquetes y alimentos, que son en sí mismos un potencial vector de contaminación. Si bien las entregas hechas por drones no son todavía a gran escala -hay unas pocas pruebas mundiales previas en EE.UU. y República Dominicana – han demostrado ser una forma eficiente y sin contacto para traspasar suministros médicos críticos.

Desinfección de áreas comunes

Aunque se está descubriendo y divulgando más información sobre el virus por parte de las autoridades de todo el mundo, hay pruebas de que el virus puede sobrevivir en superficies duras (es decir, sillas o mesas) desde unas pocas horas hasta varios días. Esto hace que los espacios públicos previamente ocupados por los infectados, supongan un riesgo para los demás.

En un esfuerzo por sanitizar esas zonas, las autoridades han ensayado formas de emplear drones de fumigación agrícola para desinfectar. Si bien la eficacia de este nuevo proceso de desinfección aún no se ha medido de manera rigurosa, la velocidad y el área cubierta es incomparable. Los drones pueden cubrir 100,000 m2 en una hora con un tanque de pulverización de 16L.

Revisión de temperatura

En China la mayoría de los complejos habitacionales y otros edificios han implementado un simple proceso de control de temperatura antes de admitir a los visitantes. Una medida simple, pero efectiva para detectar personas potencialmente infectadas, ya que un síntoma clave del virus es la fiebre alta.

Aunque el proceso ha demostrado ser efectivo en general, tiene un punto de riesgo: el personal que realiza los controles de temperatura. Como tradicionalmente miden a cada persona con un termómetro de infrarrojos de mano, pueden entrar en estrecho contacto con el virus y convertirse ellos mismos en un propagador. Para limitar este único punto de riesgo, algunos equipos están usando drones equipados con cámaras infrarrojas para probar las mediciones de temperatura. Mientras que estos drones se usan comúnmente para operaciones de seguridad pública o inspecciones, con la calibración adecuada, estos drones pueden ayudar a medir la temperatura corporal.