Investigadores de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Concepción comenzaron a utilizar una técnica de laboratorio que permite detectar en alrededor de una hora y media si una muestra positiva de Covid 19 corresponde o no a la variante Delta.

Hasta ahora, las muestras positivas se enviaban al Instituto de Salud Pública (ISP) en Santiago para su secuenciación genómica y una eventual identificación de la nueva variante, lo que podía demorar hasta cuatro días. Sin embargo, el proceso implementado en la UdeC permite obtener este resultado en aproximadamente una hora y media.

El Dr. Felipe Zúñiga, académico del Departamento de Bioquímica Clínica e Inmunología, cuenta que esta nueva metodología logra este rápido resultado debido a que simplifica enormemente el proceso. Además, indicó que el laboratorio integra la RED Universitaria para Apoyo en el Diagnóstico de COVID,  mencionando que “a la fecha hemos procesado más de 80.000 con una capacidad máxima diaria de 800 muestras y hemos decidido como laboratorio analizar variante delta a todas las muestras positivas. Ahora, el estándar para esto, para detectar las variantes, es a través de la secuenciación genómica viral”.

La secuenciación genómica implica develar el ADN completo del virus, por lo que, si cada secuencia fuera una letra, su extensión sería unas 10 veces más larga que esta nota. Pero ante esta dificultad, el profesor Zúñiga plantea que “hay una forma abreviada”.

“Esta fórmula implica identificar sólo la mutación a través de un PCR, utilizando una sonda específica, cuyo tiempo de detección es de una hora y media”, explica el académico, mencionando que “lo hacemos identificando específicamente si están presentes dos mutaciones, que son las que entregan la clasificación de Delta, las que se encuentran ubicadas dentro de la secuencia nucleotídica, cambiando un aminoácido y haciendo que la variante sea más infectiva y más agresiva”.

El esquema partió a mediados de octubre y con él se han logrado detectar 134 casos delta entre 8.000 muestras. “Es un método más rápido que permite identificar la variante con más prontitud, lo que permite avisar así al Servicio y que se tomen medidas”, comentó el docente.

Otro punto a favor de la utilización de esta técnica, dice el profesor, es que el equipo para hacer la detección es sencillo, debido a que es el equipo normal para realizar detección de presencia de COVID. Este método, eso sí, sólo permite definir si la muestra es Delta, dejando fuera otras variantes, ya que “eso se logra con un secuenciador genómico, que es un equipo más especializado que tiene el ISP, con el cual nosotros no contamos”, expuso el investigador, dejando en claro que de ser necesario, este mismo método podría reorientarse para detectar mutaciones específicas de otras variantes de preocupación.

“Por otro lado, también nos hemos convertido en centro derivador analizador de Delta, complementando el trabajo de detección de otros centros de la región que solo realizan el diagnóstico positivo de COVID, sin tener la capacidad de detectar esta variante”, menciona Zuñiga.

La variante Delta, detectada por primera vez en Chile en junio de este año, plantea nuevos desafíos al sistema de salud. A diferencia del virus original de Covid-19, esta variedad es más contagiosa, y requiere de una recuperación más larga, por ello, la Organización Mundial de la Salud la ha declarado como “variante de preocupación”, a diferencia de otras menos graves, a las que considera “de interés”.

Fuente: Farmacia UdeC.