Tras ganar cuatro parciales consecutivos en Linares el domingo 21 de enero, incluyendo un set de oro, la Universidad de Concepción logró un inmenso hito al clasificarse a la final de la Liga A1 de Vóleibol Masculino, principal torneo a nivel nacional, organizado por la Federación de Vóleibol de Chile (Fevochi).

¿Cuál es el premio para estos jóvenes deportistas, en su inmensa mayoría estudiantes de la Universidad de Concepción? Medirse en los partidos decisivos por el cetro al Club Murano, equipo que llega con 20 triunfos en 20 partidos jugados y apenas con un puñado de sets hipotecados, uno de ellos en su último enfrentamiento ante los penquistas en la capital de nuestro país.

El martes 23 de enero, después de un merecido día de descanso, volvieron los entrenamientos del Vóleibol UdeC. Todos alegres, motivados y un poco revolucionados aún por el hecho de haber remontado un partido en el que debieron levantar dos match points en el tercer set.

Uno que debe estar con los pies en la tierra es el jefe técnico del Vóleibol UdeC, Juan Ignacio Armoa. “No vamos a negociar nuestro trabajo por haber pasado a la final de manera heroica. Todo lo contrario, vamos a asumirlo con la responsabilidad que corresponde y trataremos de hacer el mejor papel posible”, comentó el nacido en Ciudad Evita.

La fuerza de un equipo largo

Aparte de la notable actuación de quienes siempre se espera que estén en un alto nivel, tales como Leonardo Menéndez, Erick Acevedo, Joaquín Léon y Fabrizio Ugarte, hubo dos elementos cruciales en la clasificación a la final: Sebastián Larrondo y Camilo Aguayo. El primero, un exestudiante de la Universidad de Concepción, donde terminó Ingeniería Civil Mecánica y el segundo alumno de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.

Sobre Larrondo, Armoa dijo que es un jugador de una talla muy alta y de probada calidad que viene trabajando con el grupo hace mucho tiempo. “Él sabía que en este partido le iba a tocar jugar, él sería el jugador que íbamos a necesitar y así fue, creo que se lo tomó de manera muy seria; lucía muy concentrado en las prácticas y eso hizo que jugara tan bien”.

Acerca de Aguayo, Armoa recordó que en el año 2021 jugó la primera liga tras la pandemia. En la segunda liga no pudo estar —temporada 2022-23— y ya en el Campeonato Nacional Universitario celebrado en Antofagasta en el segundo semestre de este año, Armoa conversó con él para incorporarlo a la Liga A1 actual.

“Camilo fue la llave que abrió el partido, ya que modificó nuestros elementos principales del juego y con eso sacamos adelante un match increíble. Camilo es jugador de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. Bromeábamos con él y le decíamos ‘al fin una vez juegas para nosotros’. Siempre nos tocó sufrirlo en un montón de partidos en los que no lo podíamos parar, pero ahora estaba de nuestro lado”, finalizó Armoa.

Información: Noticias UdeC
Foto: Carlos Ávalos