El nombre de Karen Atala Riffo marcó un precedente en la historia jurídica a nivel mundial, al impulsar una labor de defensa y visibilización de los atropellos que sufren las madres lesbianas debido a su orientación sexual, desde que denunciara al Estado de Chile por discriminación.

Su caso acaparó la atención mediática cuando la Corte Suprema determinó que por ser lesbiana no podía mantener la custodia de sus hijas. Sin embargo, en 2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado chileno por haber incurrido en violaciones a los derechos humanos, dado que una persona no puede ser discriminada en base a su orientación sexual, y la decisión sobre la tuición no puede estar construida en criterios arbitrarios, prejuicios y estereotipos negativos.

A una década del fallo, la abogada se muestra algo reticente sobre los efectos nacionales, argumentando que «no ha tenido impacto tan grande a nivel jurisprudencial como en México, Costa Rica, Colombia y Ecuador».

Actualmente, Atala es directora de la Fundación Iguales, una vitrina desde donde sigue trabajando por promover los derechos de las diversidades sexuales. Tras colaborar con varias organizaciones de la sociedad civil, reconoce avances en materias como la Ley Antidiscriminación, el matrimonio igualitario, derechos filiativos, identidad trans y el Acuerdo de Unión Civil, aunque también es crítica en lo que califica como una carencia en «la institucionalidad para velar por la capacitación permanente».

Con respecto a las expectativas que genera el arribo del nuevo gobierno en temas de igualdad, planteó que «siempre uno tiene la esperanza que lleguen con nuevas aires y con ideas de menos discriminación, pero en todos mis años de activista, todos los políticos de todos los espectros nos decían que siempre hay cosas más importantes que ver».

En el marco de la conmemoración del 8M, la jueza expuso que dentro de la comunidad LGBTIQ+ también hay inequidades, porque las mujeres siguen en desventaja. En otras palabras, «ser mujer y ser lesbiana es una doble discriminación».

Atala fundó la asociación de madres lesbianas “Las Otras Familias” y ha colaborado con organizaciones que promueven los derechos de las diversidades sexuales, como el Movimiento por la Diversidad Sexual (MUMS) y la Organización de Transexuales por la Dignidad de la Diversidad (OTD). Hoy en día, la magistrada es titular del 14° Juzgado de Garantía de Santiago.

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