En el actual contexto de crisis climática y degradación ambiental, la cosmovisión mapuche emerge como una fuente de sabiduría milenaria para comprender y proteger las cuencas hidrográficas de la Región del Biobío. La mirada integral del pueblo originario los hace concebir el territorio no sólo como un espacio físico, sino que como un sistema vivo en el que el agua, la tierra, los bosques y las comunidades están profundamente interconectados.

En la cultura mapuche las cuencas son más que un recurso natural: representan un espacio sagrado que alberga a los ngen, espíritus protectores del agua y el territorio. Esta concepción promueve una relación de respeto y reciprocidad con la naturaleza, a diferencia de la visión productiva que muchas veces se promueve como la única presente en el territorio.

En ese escenario, en Santa Bárbara, se dio inicio al proyecto “Conocimiento mapuche sobre el agua y las cuencas: aportes para la política pública”, espacio de formación e investigación que articula conocimientos del pueblo mapuche y saberes institucionales en torno a la gobernanza de cuencas, en el contexto de la cuenca del río Biobío. La iniciativa es ejecutada por la Universidad de Concepción (UdeC) en colaboración con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y la Asociación de Municipalidades de la Región del Bio Bío (AMRBB), y es financiada por el Fondo para la Investigación, Innovación y Educación en Recursos Hídricos de la Dirección General de Aguas (DGA).

Aunar visiones

El espacio de formación se estará llevando a cabo en seis comunas de la cuenca, entre octubre y noviembre de este año, a través de una metodología de diálogos interculturales (nütram kawün) entre actores públicos (entre ellos, la AMRBB) y mapuche, donde se abordarán temas como espiritualidad del agua, planificación ecológica y normatividad.

A través de la cosmovisión mapuche se busca contribuir a un manejo sustentable del agua y los suelos, reconociendo el valor espiritual y cultural de los ecosistemas, así como la necesidad de planificar las intervenciones considerando no sólo criterios técnicos, sino también principios de equilibrio y armonía con el entorno.

“Lo que ocurrió hoy en Santa Bárbara me deja muy contenta, porque es la primera vez que participo en una actividad donde confluyen personas de dos culturas que quieren escucharse, que desean comprender cómo cada una ha actuado y gestionado el tema del agua hasta ahora. Y eso me resulta esperanzador”, indicó terminando el encuentro la codirectora del proyecto y profesora, Rosa Huenchulaf. Agregó que lo que viene en los próximos encuentros requerirá mucho análisis, reflexión y convencimiento para que realmente el trabajo en las cuencas se mire con un enfoque amplio, donde ambas culturas tendrán que ceder.

“En cada clase y en cada comuna este proceso va a ir creciendo y avanzando. Las mentes se van abriendo, los corazones también, y mi esperanza es que las políticas públicas, las instituciones, tomen en cuenta todo este esfuerzo que estamos realizando entre todos. Que algún día esto se concrete, que se transforme en algo real y tangible”, reflexionó.

En la Región del Biobío confluyen importantes cuencas como las del río Biobío, Laja, Andalién y Carampangue, donde el enfoque intercultural se ha vuelto cada vez más relevante, siendo el diálogo horizontal un factor clave para desarrollar estrategias de conservación y restauración ecológica.

“La cosmovisión mapuche nos recuerda que el agua no nos pertenece; somos parte de ella, por lo tanto, cuidarla es cuidar la vida misma. También es importante agradecer que se estén tomando en cuenta ambas partes, porque muchas veces se pasa por encima y se deja de lado al pueblo mapuche, y sabemos que el mapuche o el pehuenche siempre ha tenido una profunda conexión con la naturaleza. La cosmovisión de la Tierra, para nosotros, lo es todo, cada elemento tiene su valor y su sentido”, destacó la facilitadora intercultural de Santa Bárbara, Gabriela Tranamil.

Por su parte, desde la Dirección de Aguas del MOP, el director (s) Cristian Aedo, valoró la primera jornada, ya que fue una instancia de conocimiento mutuo entre las distintas comunidades indígenas y los servicios públicos.

“Lo importante es avanzar hacia una planificación conjunta en el uso del recurso hídrico, incorporando la cosmovisión mapuche dentro de este proceso. Estamos explorando esa mirada en el marco del Plan Estratégico de Recursos Hídricos, para lograr una gestión más integral y respetuosa del territorio”, detalló el profesional de la DGA.

De esta manera, la integración de la cosmovisión mapuche en las políticas ambientales y de gestión territorial se proyecta como una oportunidad concreta para avanzar hacia un modelo de desarrollo más respetuoso, equilibrado y sostenible, en que el conocimiento ancestral y la ciencia moderna puedan dialogar y complementarse en beneficio del territorio y de las generaciones futuras.