Entre octubre y noviembre del próximo año, Chile será el epicentro del deporte, con la disputa de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos.

Santiago 2023 recibirá a más de ocho mil atletas de 41 países, que buscarán medalla en alguno de los 56 deportes que contempla este evento. Las expectativas consideran un millón de espectadores en los distintos escenarios y más de 200 millones de televidentes.

El comité organizador de Santiago 2023 anunció recientemente la programación de los Juegos, oportunidad en la que Gianna Cunazza, su directora ejecutiva, reiteró que se trata del “evento deportivo más grande que hemos realizado en la historia”.

Biobío será parte fundamental de esta fiesta, tras la confirmación de que en San Pedro de la Paz se disputará el remo panamericano. Neven Ilic, presidente de Panam Sports, fue el encargado de anunciar que la compleja situación hídrica de Curauma, en la Región de Valparaíso, llevó a trasladar este deporte.

Entre las figuras más destacadas del remo nacional en la actualidad figuran talentos locales como los hermanos Melita, Antonia e Ignacio Abraham, Josefa Vila, Nahuel Reyes, Martín Cárcamo, Felipe Cárdenas y César Abaroa, mientras que en el canotaje resaltan nombres como los de Daniela Castillo, Miguel Valencia, Julián Cartes y Paula Gómez.

La seremi del Deporte, Andrea Saldaña, sostuvo que esto “respalda el trabajo persistente de los clubes y deportistas de nuestra región”.

Asimismo, profundizó en la coordinación público-privada que permitirá contar con la infraestructura necesaria para desarrollar las distintas competencias y para el entrenamiento de las selecciones nacionales previo a los juegos.

La posibilidad de contar con un evento de estas características, planteó la autoridad, permite relevar “nuestra región, potenciar el deporte y lo que significa el santuario de la naturaleza Laguna Grande de San Pedro”.

No sólo en las disciplinas náuticas se refleja el buen momento del deporte local, que aportó con 38 medallas a la cosecha en los Juegos Bolivarianos disputados entre fines de junio e inicios de julio en la ciudad colombiana de Valledupar, y donde Chile alcanzó el cuarto lugar del medallero (37 medallas de oro, 49 de plata y 71 de bronce).

Vela, atletismo, halterofilia y básquetbol fueron algunas de las disciplinas en las que brillaron las cartas locales, que en su mayoría cuentan con apoyo de la institucionalidad deportiva, a través de las becas Prodar y de los polos del programa Promesas Chile.

El próximo desafío son los Juegos Sudamericanos, programados para octubre en Asunción.

Andrea Saldaña profundizó en la importancia de acompañar a los talentos locales y reconocer sus éxitos, especialmente teniendo en cuenta que «no es fácil en nuestro país y muchas veces, sin familias que estén detrás apoyando, vinculando y haciendo esfuerzos, sería muy complejo (…) estamos contentos con los resultados y esperamos que sigan demostrando el esfuerzo que se está haciendo desde la institucionalidad deportiva por ir alcanzando logros en materia competitiva».

En este sentido, destacó la posibilidad de que los Juegos Panamericanos sirvan para masificar otras disciplinas y relevó el esfuerzo de la institucionalidad deportiva por difundir más allá de los deportes convencionales.

Con altas expectativas, la institucionalidad y los atletas locales se preparan para cumplir el objetivo de «celebrar el espíritu deportivo en América dejando un legado de transformación social que incentive un estilo de vida activo e inspire a la sociedad y las futuras generaciones».