Atendiendo los estragos generados por los incendios forestales de la zona, el Comité Pro-Defensa de la Flora y Fauna, Codeff, ha mantenido una estrecha comunicación con Conaf, desplegando sus redes para monitorear lo que está pasando con la fauna de la región.

En conversación con Radio UdeC, Luciano Pérez, presidente de Codeff, indicó que los datos publicados con respecto al número de animales afectados no abordan a cabalidad el impacto de la emergencia. Fuera de los pocos sobrevivientes, entre los que se suele mencionar a especies de mayor tamaño, hay fauna que ha sido invisible dentro de los catastros, como pequeños invertebrados, algunas aves y en general, especies con baja movilidad, según indicó. “Nunca tendremos la certeza de cuántos miles y millones de seres desaparecen con estos incendios”, sentenció.

Pérez señaló que los animales más grandes, como pudúes, zorros y algunas aves que se logran rescatar, se registran en catastros que se levantan a partir del trabajo de los centros de rehabilitación. Sin embargo, indicó que el problema mayor radica en el daño sufrido por las otras especies que no se han podido salvar, al ser parte de los mismos ecosistemas y, por ende, de las mismas cadenas alimenticias.

En su diagnóstico de los incendios, el presidente de Codeff apuntó hacia las plantaciones forestales de pinos y eucaliptos como elementos que han alterado los paisajes nativos a lo largo de los años y han aportado en esta emergencia una cuota de riesgo mayor, al ser más combustibles que las especies nativas.

En cuanto a las normativas que regula las plantaciones forestales para uso comercial e industrial, Pérez indicó que éstas han sido objeto de lobby en su defensa, por la alta rentabilidad de este negocio que desde sus inicios fue planteado sin tomar grandes resguardos medioambientales y de seguridad.

Con el paso de los años, han ido surgiendo nuevas normas que se han encargado de comenzar a regular ciertos aspectos críticos de la actividad forestal. Sin embargo, Pérez precisó que los efectos de estas regulaciones han sido de carácter gradual, suave y paulatino. 

Aún cuando los monocultivos forestales representan un daño sobre la flora nativa, la fauna se ha adaptado a la existencia de estos paisajes mixtos, haciendo uso de este espacio que, al ser consumidos por los incendios, se ve comprometido también parte de su hábitat. 

Desde lo legal, conceptos como los derechos de la naturaleza, están desatendidos por las normativas vigentes. Con respecto al debate constitucional en curso, el presidente de Codeff comentó que “lo lógico sería esperar que en esta nueva normativa jurídica entren los derechos de la naturaleza y se empiecen a considerar estos otros elementos que no existen y son vitales, pero nunca han estado presentes en las leyes de Chile ni en la lógica de la economía”, agregando también que “podríamos decir que la naturaleza no le importa a nadie”.

En la región, hay especies vegetales consideradas emblemáticas, como los queules de Hualqui, o el michay del Parque Nacional Nonguén, dado lo poco comunes que son. Esta flora es objeto de protección, no obstante Luciano Pérez enfatizó que el paso de los incendios no afecta únicamente al reino vegetal, sino que a ecosistemas completos.

“Es una mentira decir que los mal llamados recursos naturales son renovables, porque a escala humana a veces no lo son”, sentenció el presidente de Codeff en alusión al tiempo de estabilización y restauración que de forma natural requieren los paisajes. Como referencia, apuntó que un centímetro de suelo puede tardar hasta 100 años en su formación, algo que en términos de tiempo no resulta sustentable.

En su trabajo de preservación de la flora y fauna, Codeff ejecuta en la región proyectos de conservación y realiza actividades educativas. Esta organización no gubernamental sin fines de lucro se encuentra abierta además al trabajo voluntario.

Escucha a continuación la entrevista completa con Luciano Pérez, presidente de Codeff, en Nuestra Pauta AM.