La tercera Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric sigue marcando la conversación nacional. En particular, los anuncios respecto de la discusión de proyectos de ley para autorizar la eutanasia y legalizar el aborto más allá de las tres causales vigentes en el país.

Para el Dr. Christopher Martínez Nourdin, director del Magíster en Política y Gobierno UdeC, la decisión de abordar estos temas fue un intento por parte del mandatario de “marcar la agenda”.

No obstante, sostuvo, que estos anuncios favorecen un alineamiento del oficialismo, pero también en la oposición, quienes han ratificado su rechazo a debatir sobre estos temas. “Si bien la derecha sale ofuscada, es algo que claramente le conviene, les permite diferenciarse y marcar una oposición frente a su electorado precisamente por el discurso que hace el Presidente”, afirmó.

Menciones a Huachipato y Asmar, así como anuncios en materia de transportes e infraestructura tuvieron como foco al Biobío, “una región que había estado presente por cosas no tan positivas este año en la política nacional”.

Oposición, obstruccionismo y año electoral

El académico profundizó en el desafío de concretar estas propuestas, en un contexto en el que, además, el Gobierno enfrenta la discusión de la reforma de pensiones y propone un cambio al sistema político. “Se hace bastante difícil poder aterrizarlas. Creo que, en buena parte, son intenciones genuinas del Presidente en avanzar en estos temas, pero también hay un ánimo de generar esperanza en un ambiente que ya se ve con cierto pesimismo respecto de lo que eran las ambiciones del Gobierno en 2022”, puntualizó.

La Cuenta Pública se efectuó una semana antes de las primarias que darán inicio formal al ciclo electoral en el que se elegirán gobernadores, consejeros regionales, alcaldes y concejales. De cara a estos comicios, que se anticipan difíciles para el oficialismo, el Dr. Martínez, planteó que el desafío del Gobierno es “jugarse las cartas, moverse hacia sectores que votaron por el Presidente Boric y que podrían sumarse a un pacto de centroizquierda enfocados en temas que realmente a la gente le interesan”, como ha sido el caso de la agenda de seguridad.

Respecto de la posibilidad de acuerdos con la oposición, el investigador planteó que “hemos visto que la oposición ha prestado apoyo a ciertos proyectos de ley, pero no se presta apoyo por buenas intenciones, también porque un tema de conveniencia, como en la agenda de seguridad. Se llegaron a acuerdos y hubo sintonía, no fue un apoyo desinteresado. En otras áreas más sensibles, como pensiones, claro que hay un nivel de obstrucción”.

Lejos de la tesis del AntiGabrielismo planteada desde el Frente Amplio, estas discrepancias “son normales y esperadas en cualquier democracia. Las oposiciones están para oponerse y no para estar de acuerdo 100% con el gobierno”, concluyó.

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