El Museo de la Historia de Penco, con su renovada puesta en valor de la loza y del histórico plato Willow, fue el escenario de un emotivo encuentro familiar: más de 60 descendientes de la familia Díaz, fundadora de la Fábrica Nacional de Loza de Penco (Fanaloza), se reunieron para recorrer el espacio museográfico que hoy resguarda buena parte del legado industrial y cultural de la comuna.

La historia de la familia Díaz en Penco se remonta a comienzos del Siglo XX, cuando este clan emprendedor se instaló en la comuna y dio origen a la industria Fanaloza. Al alero de figuras como Juan Díaz Hernández —visionario que impulsó el estudio técnico de la loza— y de sus hijos Gregorio, Jenaro, Facundo, Raúl y Luis Díaz Boneu, la fábrica alcanzó estándares comparables a los mejores productos extranjeros, incorporó tecnologías y procesos aprendidos en Europa y Estados Unidos y se convirtió en un motor de empleo y bienestar social para sus trabajadores. Hoy, el renovado interés por este legado vuelve a poner en primer plano la huella de la familia Díaz en la historia industrial y cultural de Penco.

La visita congregó a integrantes de las distintas ramas de la familia Díaz, provenientes de Estados Unidos, Santiago y otras ciudades del país, quienes llegaron hasta Penco para reencontrarse con la historia de Fanaloza, industria que dio vida al icónico plato Willow, presente por décadas en las mesas de todo Chile.

Juanita Díaz, bisnieta de Juan Díaz Hernández, destacó la emoción del reencuentro y la profundidad de los lazos con Penco.

Durante el recorrido, las y los asistentes conocieron la nueva narrativa museográfica centrada en la loza, que releva el papel de Fanaloza y Lozapenco como motores del desarrollo local, generadores de empleo y protagonistas de un patrimonio industrial que hoy el municipio busca resguardar mediante iniciativas como la denominación de origen para el plato Willow.

El alcalde de Penco, Rodrigo Vera, relevó que la presencia de la familia Díaz refuerza la identidad de la comuna y el vínculo cotidiano que muchas y muchos chilenos mantienen con la loza pencona.

Por su parte, el director del museo, Leonardo Gotelli, subrayó la relevancia histórica de la visita y el aporte de la familia Díaz al auge de la loza de Penco y del diseño del plato Willow.

El encuentro incluyó un recorrido por el centro de la comuna, visitas a espacios emblemáticos vinculados a la antigua fábrica y la toma de una fotografía grupal frente a las instalaciones de Fanaloza, gesto simbólico de agradecimiento a quienes levantaron una de las industrias más significativas del Biobío.