A fines del siglo XX la industria de la textilería en Tomé se volvió un negocio obsoleto dejando en el pasado diferentes oficios que fueron útiles y cercanos a la cultura local del territorio. El uso de la fibra vegetal de la planta pita, Phormium tenax, es uno de estos saberes olvidados y que hoy se reactiva por el interés de un grupo de mujeres que decidieron aprender las técnicas del tejido con pita, con el objetivo de ampliar su diversidad de creaciones y al mismo tiempo iniciarse en un nuevo oficio para enseñar a la comunidad.
Con la propuesta implementada desde mayo en la comuna, esperan expandir el mundo de la cestería con pita. “Todo el trabajo de este proyecto cultural que estaremos ejecutando hasta diciembre, busca desarrollar habilidades y conocimientos para que la comunidad ponga en práctica el uso de la planta pita. A través de talleres del oficio, mediaciones culturales y la presentación de la exposición permanente Canasto Tenaz, esperamos contribuir a la reactivación de un antiguo saber que vive en la memoria local del Biobío”, señaló Natalia Vásquez, directora del proyecto.
Los talleres son dirigidos a 14 monitoras de la comuna y enseñan las técnicas de la aduja, entramado doble y embarrilado. “Creo que es importante traspasar este antiguo conocimiento a otras personas, a estudiantes, a agrupaciones culturales, centros de madres y grupos de adulto mayor, porque es una planta que se da mucho en nuestra zona, y, para crear artesanías con pita no se requiere de ninguna otra materialidad”, indicó Magaly Retamal, artesana de Tomé, con respecto a su motivación para ser parte del proyecto.
En tanto, Héctor Maldonado, contribuye a la iniciativa con su relato histórico en torno a su relación de más de 30 años con el oficio de la cestería en pita. “En los años 60 la pita fue reconocida como una de las principales fibras vegetales junto al cáñamo que en ese tiempo se cultivaba en la zona, siendo útil para confeccionar ovillos de fibra que posteriormente se llevaban a la industria tomecina, conocida por su aporte a la industrialización del territorio y desarrollo económico en esa década. Por lo que en la actualidad este proyecto representa una gran oportunidad para nutrir nuestra identidad cultural”, destacó el artesano.
El proyecto es financiado por el Fondo Nacional del Desarrollo Cultural y las Artes, línea Formación en Artesanías de la convocatoria 2025. Quienes quieran ser parte de sus actividades y conocer los resultados, pueden visitar las redes sociales de ‘Artesanía en pita Phormium tenax’, donde también se informarán las fechas en que se podrá visitar la exposición Canasto tenaz, conformada por 116 piezas y objetos, de la autoría de 23 artesanos del centro sur de Chile.