Fueron 99 mujeres las que en 2021 culminaron con éxito tres años de instrucción, enseñanza y, por sobre todo, de esperanza y ganas de salir adelante. Las participantes del programa Mujeres Rurales, que pertenecieron al convenio Indap – Prodemu lograron empoderamiento y autonomía económica para apoyar a sus familias y surgir como futuras emprendedoras.

Este espacio busca colaborar para apoyar eficientemente a las mujeres campesinas y/o pequeñas productoras agrícolas de familias rurales, estableciendo como finalidad contribuir al incremento de sus ingresos mediante la consolidación de iniciativas económico-productivas asociadas al mundo rural.

La directora regional de Prodemu, Jessica Flores, sostuvo “hay un antes y un después y hoy en día son personas empoderadas y autónomas económicamente”.

Por su parte, Odín Vallejos, director regional de Indap, declara que “el convenio que existe entre Prodemu e Indap, es un programa estratégico para el desarrollo productivo, organizacional y personal de las mujeres. El programa Mujeres Rurales les ha permitido potenciar la generación de redes de trabajo, acceso a tecnologías, empoderamiento y confianza en sí mismas y en sus grupos”.

Entre las egresadas, muchas se dedican al cultivo de hortalizas y hierbas, otras mantienen vivas sus tradiciones mediante la artesanía, ya sea en telar, orfebrería o madera, como hay algunas que se dedican a la apicultura y la avicultura.

Precisamente, una de las agrupaciones reside en Santa Juana: las “Maravillas de Chacay”, dedicadas a la crianza de gallinas y, por ende, a la venta de huevos a la comunidad.

Su presidenta, María Urrutia, sostuvo que “tener el apoyo de Prodemu de formar este hermoso grupo de mujeres emprendedoras fue simplemente maravilloso. Ahora tenemos un emprendimiento para nuestras familias y seguir adelante”.

En Tomé, por su parte, el grupo Aitué también concluyó su periodo de tres años en el programa. Tienen invernaderos y se dedican al cultivo de plantas y hortalizas.

“Ha sido muy provechoso para nosotras porque, por ejemplo, muchas no teníamos la plata suficiente para hacer un invernadero con policarbonato, tener reciclaje de agua lluvia y riego a goteo. Hemos recordado lo que ya sabíamos y, a la vez, aprendido de nuevas herramientas y técnicas”, explicó María Luarte, representante de este grupo.

Como una manera de seguir vinculadas a Prodemu una vez que dejan el programa Mujeres Rurales, la institución creo el espacio Sembrando Redes, cuyo objetivo es dar respuesta a una necesidad de las participantes del programa mujeres rurales, quienes requerían apoyo para continuar su trabajo colaborativo. Para este año son 100 cupos.