Tras semanas de reclamos desde el oficialismo por las enmiendas «regresivas, mal redactadas y con problemas técnicos graves» presentadas y aprobadas en conjunto entre Chile Vamos y el Partido Republicano en las subcomisiones, el Bloque de Unidad del Consejo Constitucional, que integran las bancadas PS, RD + pueblos originarios y CS + PC, realizó un llamado a las fuerzas políticas participantes en el proceso a retirar de manera conjunta todas las observaciones ingresadas.

A través de una declaración pública leída por el consejero Alejandro Kohler (delegado de la bancada PS), las y los representantes cuestionaron la aprobación de «normas para una constitución identitaria y refundacional, que significan retrocesos democráticos y que benefician a los más ricos del país en desmedro de las grandes mayorías (…) Negar la crisis climática, privatizar los bienes nacionales de uso público, normas ambientales a la medida de las empresas, son una derrota para todo el país».

Las fuerzas de centroizquierda plantearon que «las negociaciones de las últimas semanas simplemente no avanzan» y acusaron a sus pares del Partido Republicano de «buscar escribir una constitución extrema y de un solo sector».

Kohler y sus pares relevaron la importancia de «aprender de los errores del pasado y mirar hacia adelante (…) sólo así podremos avanzar en las construcción de un acuerdo político transversal para ofrecerle a Chile una mejor Constitución».

«Salir de la trinchera»

Junto con señalar que «desde el primer día hemos estado no solamente hablando de diálogo y de consensos, sino que también buscándolo», la delegada de la bancada de Convergencia Social y el Partido Comunista, María Pardo (CS), planteó que «queremos salir de esta trinchera y pensar en el país (…) Esto no es una cuestión de izquierda y de derecha, es una cuestión de unidad nacional».

«Lo que está en juego es el futuro del país», recalcó.

La consejera Pardo reiteró el llamado a «pensar qué es lo que le conviene a Chile» y planteó que el retiro de enmiendas sería una oportunidad para «revisar algunas de las enmiendas que ya han sido aprobadas (…) si somos sectores políticos distintos, pero tenemos vocación democrática, ciudadana y popular, entonces tenemos que escuchar la opinión ciudadana».

Asimismo, indicó que pese a las dificultades, «no daría por muerto todo lo que hemos hecho. Nos sirve para entender a la contraparte, aprender qué no hacer y qué si funciona».

En tanto que la consejera por Biobío y delegada de la bancada Revolución Democrática y pueblos originarios, Paloma Zúñiga, relevó la necesidad de contar con una «conversación limpia y honesta».

Finalmente, y consultada por una eventual ‘bajada’ de las fuerzas oficialistas del proceso, María Pardo aseguró que «vamos a estar acá hasta el último día y vamos hacer todos los esfuerzos».