Junto con manifestar su repudio a los hechos registrados el sábado en Iquique, y entregar sus disculpas por estos hechos, el Gobernador Regional del Biobío, Rodrigo Díaz, se reunió con una decena de dirigentes de la Organización de Migrantes, para abordar la crisis en el norte del país, los principales problemas de documentación y, de paso, reactivar la Mesa Regional de Migración.

Representantes de Haití, Venezuela, Perú, Argentina y México, entre otras naciones, participaron en la cita, ocasión en la que Díaz les informó que se destinaron 50 millones de pesos, aprobados por el Consejo Regional del Biobío, para una subvención a las hospederías de la Fundación Novo Millennio, a cargo del Arzobispado de la Santísima Concepción. Esto permitirá ir en ayuda de unas 360 familias que podrán ser acogidas, junto con recibir asesoría legal y capacitación laboral.

Al respecto, la autoridad regional planteó que todos los migrantes tienen el derecho a acceder a una vida digna y de calidad. En este sentido, indicó que «el desafío, que nosotros asumimos como Gobierno Regional, es que quienes viven en el territorio de la región deben vivir mejor”.

Al término de la reunión, Ernest Noel, proveniente de Haití, agradeció la instancia y la oportunidad para «abordar el tema desde la base, para que podamos sentirnos integrados y resolver nuestro problema en general, ya que no es sólo de una comunidad, porque cada una tiene uno diferente, considerando su cultura, idioma, forma de vivir”.

En tanto, Patricia de Bernardi, destacada profesional y emprendedora argentina, afirmó que retomar la Mesa del Migrante permitirá «volver al diálogo y tener una conversación desde los dolores que tienen las comunidades (…) el compromiso está, por parte de todas las comunidades, para reunirnos, trabajar de manera periódica y contribuir a la nueva Estrategia de Regional de Desarrollo”.

Finalmente, Alfonso Vera, de Perú, comentó que “esta reunión nos llena de esperanza y nos alienta a todas las comunidades extranjeras residentes en la zona».

Vera resaltó la importancia del encuentro e integración, «de la fraternidad del pueblo chileno con los hermanos migrantes, donde todos tenemos un nombre, un rostro y una historia que contar”.