La décima Encuesta Nacional de Juventudes (Injuv 2022) indica que la violencia física y psicológica registran máximos históricos con aumentos significativos respecto al 2018, y en ambos casos la escuela o el lugar de estudios es donde las y los jóvenes más reportan haber sido víctima de violencia, con un 20,7% y 22,8% respectivamente.

Para la Corporación Motum, la falta de herramientas para transformar conflictos pacíficamente y la consecuente y creciente violencia, son las problemáticas que más han crecido en Chile y en la región del Biobío en el último tiempo.

Ante esta realidad, el programa Jóvenes por la Paz, ejecutado por dicha corporación y financiado por el Gobierno Regional del Biobío, tiene como objetivo contribuir a acortar las brechas educacionales y de formación en la transformación pacífica de conflictos con espacios innovadores de aprendizaje y experiencias significativas dirigidos a estudiantes de enseñanza media en establecimientos educacionales e instituciones u organizaciones juveniles, que promuevan la reducción de la violencia escolar y fomenten la paz.

En entrevista con Nuestra Pauta, Giorgio Galgano Cabrera, coordinador del programa Jóvenes por la Paz, indicó que están trabajando con establecimientos de las 3 provincias de la región y explicó que la iniciativa tiene 3 pilares: formación, visibilización y vinculación.

Estos espacios buscan fomentar y fortalecer las capacidades de sus participantes como agentes de cambio en la construcción de la paz desde su rol como juventudes, aprendiendo de manera lúdica y aplicable a sus contextos cotidianos, herramientas relativas a la identidad, el desarrollo sostenible, la perspectiva de juventudes y estrategias para la paz y la colaboración.

En ese sentido, Galgano destacó que las juventudes “entienden la necesidad y la importancia de contar con herramientas de resolución pacífica de conflictos”.

Durante la segunda mitad del año 2023 y en lo que va del 2024, el programa ha desarrollado más de 20 instancias formativas, entre talleres, charlas y conversatorios, en establecimientos educacionales, grupos de scouts, residencia de niños, niñas y adolescentes y agrupaciones juveniles.

En estas instancias, agrega el coordinador del programa, uno de los principales hallazgos es la creatividad presente en las y los participantes. “Falta generar e implementar técnicas para que esta creatividad pueda fluir”, sostuvo.

En relación con el entorno cercano a estas comunidades educativas, algunas de ellas insertas en territorio con Estado de Excepción vigente hace más de 2 años, Giorgio Galgano relevó la importancia de “deslegitimar la violencia como una forma de resolución de conflictos” y legitimar el diálogo, la negociación y mediación como herramientas apropiadas.

Asimismo, indicó que es necesario reconocer y visibilizar a las juventudes que quieren ser agentes de cambio y permitir que participen en la construcción de una sociedad más pacífica.

Finalmente, cabe señalar que, en abril de este año, Corporación Motum se convirtió en la primera organización chilena en unirse al trabajo de la United Network of Young Peace Builders (UNOY), la red de jóvenes constructores de paz más grande a nivel mundial.

Junto a otras cuatro organizaciones de diferentes países del mundo, Motum se unió al trabajo de UNOY, sumándose así a las 115 instituciones que la componen en 64 países distintos en América, África, Asia y Europa.

La United Network of Young Peacebuilders, es la red global líder de organizaciones de base lideradas por jóvenes que trabajan activamente por la paz y la transformación de conflictos, construyendo un mundo libre de todas las formas de violencia, donde los jóvenes tengan el poder de transformar los conflictos; donde la participación juvenil sea real y significativa para todos y todas.

Escucha aquí la entrevista completa: