Un decálogo de buenas prácticas turísticas para asegurar el bajo impacto de las excursiones en zonas de hábitat del Huemul, especie en Peligro de Extinción, pretende asegurar la conservación de menos de 100 ejemplares.

Con el objetivo de sensibilizar a los turistas y sociabilizar con el público en general sobre las buenas prácticas turísticas en el hábitat del Huemul de Chile Central, fue creado el Decálogo del Huemul, recomendaciones que buscan aportar con la disminución del impacto negativo de malas prácticas y que fue propuesto por la Iniciativa Conservación de Especies Amenazadas, ejecutada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), implementada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y con financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por su sigla en inglés), junto a la Agrupación “Los Huemules” de Las Trancas, en Ñuble.

“Como Seremi del Medio Ambiente de Ñuble es vital contar con este Decálogo del Huemul, puesto que implica buenas prácticas relacionadas con el hábitat donde pudiera habitar esta hermosa especie, específicamente, en la zona centro sur. El Huemul es parte del patrimonio natural del país y poder considerar información para que los turistas visiten la zona, dentro de un marco de respeto y cuidado del territorio”, comentó el Seremi Patricio Caamaño, quien hizo un llamado a tratar de no contaminar las aguas con los productos provenientes de zonas urbanas, así como el considerar no llevar animales domésticos por la trasmisión de enfermedades de éstos a las especies.

Para la Directora Regional de Sernatur en Ñuble, Heidi Inostroza, trabajar por un turismo con desarrollo sostenible resulta fundamental. “Por eso nos sumamos a la promoción del Decálogo del Huemul que nos invita a ser responsables cada vez que visitamos el hábitat de esta especie emblemática, para así generar buenas prácticas y promover su conservación”, dijo.

La coordinadora de la Iniciativa Conservación de Especies Amenazadas para Maule, Ñuble, Biobío y Araucanía, Fabiola Lara, destacó la importancia de generar conciencia por el cuidado de este ciervo endémico de los bosques andinos de Chile y Argentina. “Actualmente la población de Chile central es la que presenta mayor riesgo de extinción debido al bajo tamaño poblacional, fragmentación de su hábitat y aislamiento geográfico de más de 400 kilómetros de la población más cercana, por lo que debemos ser muy cuidadosos cuando visitamos sectores en donde esta especie emblemática trata de desarrollarse y las sugerencias de este decálogo son un aporte para ello”, comentó.

Para el profesional de la Iniciativa Especies Amenazadas, el extensionista Carlos Garcés, antes de visitar la cordillera es muy importante informarse sobre la zona escogida. “Si por ejemplo, el destino es la cordillera andina de Ñuble o Biobío, lo más probable es que se esté en zona de hábitat del Huemul y por lo tanto, refugio también para un conjunto de especies de flora y fauna que cohabitan y con los cuales se debe tener especial precaución”, recomendó.

Tras el inicio del trabajo colaborativo de FAO y el Ministerio del Medio Ambiente con la Agrupación Los Huemules de Las Trancas, que agrupa a empresarios del turismo comprometidos con el desarrollo sustentable del territorio el presidente de la Cámara de Turismo del Valle Las Trancas e integrante de la agrupación, José Saavedra, destacó la importancia de dar valor al destino, una idea que han desarrollado desde hace muchos años y en donde la figura emblemática del Huemul cobra gran relevancia. “Nos interesa generar actividades para el turista, pero que éstas involucren el respeto por la biodiversidad y una conciencia clara por la conservación, un desarrollo del área más sustentable que permita proyectar una actividad por muchos años y para eso es que queremos prepararnos y entregar un mensaje a todos quienes nos visitan, por lo que el decálogo es un avance más en la gestión que venimos desarrollando”, enfatizó.

El Decálogo del Huemul invita a transitar por senderos con ruta señalizada y a mantener limpio el entorno, cuidando la biodiversidad. También se sugiere que cuando no haya sendero establecido, se circule en grupos pequeños y se elijan superficies que no contengan grandes volúmenes de vegetación, como roca, arena, nieve o lechos de arroyo.