Además de liderar la implementación del programa que guiará su gobierno por los próximos cuatro años, el Presidente electo, Gabriel Boric, tendrá que mostrar las destrezas adquiridas en su trayectoria política, para así hacer frente a los desafíos propios del cargo que asumirá el 11 de marzo.

El representante de Convergencia Social entrará a La Moneda como el mandatario más votado de la historia del país. Sin embargo, ese logro, de no ser bien aprovechado, puede jugarle en contra, ya que «ese respaldo tiene también la otra cara, que tiene que ver con las expectativas», comentó la analista Paulina Pinchart, aludiendo a que la ciudadanía que reduce su participación política sólo a los actos eleccionarios «puede pasarle la cuenta si ven que sus expectativas no se cumplen».

Para Lucas Serrano, director de Asuntos Públicos de Observa Biobío, una de las tareas será asumir un rol conciliador, porque «va a ser bastante complejo y va a necesitar buscar proyectos convocantes», considerando el proceso constituyente en curso y las transformaciones que ocurrirán en el congreso con el recambio de parlamentarios.

En tanto, la Dra. Violeta Montero, directora del Departamento de Administración Pública y Ciencia Política de la UdeC, mencionó que «la lectura que debemos hacer ahora es cuál es el escenario que se abre ante el triunfo electoral de Boric y los desafíos de sincronizar los discursos y proyectos del poder ejecutivo con el trabajo de la Convención Constitucional». 

Argumentando que es necesario dar certezas, y tras una reunión con el Presidente Sebastián Piñera, Gabriel Boric adelantó que planea nombrar su gabinete antes del 22 de enero.