Con diversos matices, pero enfatizando la necesidad de contar con «una democracia fundada en los adecuados pesos y contrapesos políticos», senadores y senadoras se pronunciaron sobre las primeras definiciones del pleno de la Convención Constitucional sobre el nuevo Poder Legislativo.

La instancia aprobó, entre otros aspectos, la creación de una Cámara de las Regiones, no obstante, la propuesta sobre sus funciones se rechazó.

El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, señaló que «con lo aprobado cuesta formarse una opinión de fondo, toda vez que se aprobaron retazos de la propuesta original -no del todo coherentes- y con muchas materias que no están debidamente reguladas. Por ejemplo, no se establecen cuáles son las competencias de las cámaras, pues hay normas relativas a su composición que no fueron aprobadas».

Si bien se trata de una discusión «preliminar», el parlamentario socialista afirmó que «es una señal de alerta de acuerdo a la forma en que se lleva el proceso. Lo que se aprobó no cumple un estándar mínimo de una regulación coherente para tener un adecuado sistema político que corresponda a nuestra democracia».

Elizalde agregó que «hemos insistido en la necesidad de contar con un sistema político que contemple: una cámara que represente a ciudadanos y una cámara que represente a los territorios. Esa es una forma adecuada para que exista un contrapeso político, en un sistema presidencialista, y para que se respeten de manera estricta los derechos de una democracia y hemos sido enfáticos, en especial, con el rol histórico que le ha correspondido al Senado».

En la misma línea, Francisco Chahuán (RN) recordó que el Senado «ha sido institucionalmente el lugar donde mejor se han representado a las regiones, a diferencia de la Cámara, que es una cámara esencialmente política. Hacemos el llamado a que finalmente impere la racionalidad para que tengamos una institucionalidad democrática fortalecida».

La senadora Paulina Núnez (RN) sostuvo que se trata de «un retroceso para nuestra institucionalidad, un golpe a la democracia y una mala utilización del regionalismo que tanto hemos defendido -sin colores políticos- en este Congreso Nacional (…) Se ha manoseado a las regiones, argumentando, erradamente, que este fin del Senado y este paso a la Cámara de las Regiones es para fortalecerlas».

Por su parte, Juan Antonio Coloma (UDI), advirtió que «un país sin contrapesos políticos y con un debilitadísimo Poder Judicial, tal como se ha propuesto en la Convención, nos lleva a una lógica de poder total que a mí me inquieta profundamente. Los partidarios del oficialismo están en una lógica de poder total porque los equilibrios que el Senado históricamente plantea parece ser incómodos».

Una visión opuesta manifestó el senador de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre, quien valoró positivamente la decisión de la Convención Constitucional. «Es un proceso democrático, que fue aprobado por 104 votos a favor, que representa una transversalidad de las fuerzas sociales y políticas que representan a la Convención. Las atribuciones todavía están en discusión, tendrá que volver a la Comisión y luego al Pleno», sostuvo.

Desde la Región del Biobío, el senador Gastón Saavedra (PS), manifestó que «la situación inconclusa son los contenidos (facultades) de ambas, que pasan nuevamente a Comisión. Ese tema es clave».