Para abordar el inicio del año escolar en la región, bajo el contexto de los incendios que han azotado a diversas comunas, la Seremi de Educación y su equipo asesor sostuvo una reunión con el presidente nacional del Colegio de Profesores y representantes de su directiva regional.

El plan de contingencia que la cartera local de educación está elaborando de manera colaborativa junto al gremio docente, busca atender las actuales necesidades que enfrentan las 14 escuelas siniestradas en la región.

La primera etapa de este plan guarda relación con la evaluación de las infraestructuras afectadas por los incendios; la segunda abordará la contención emocional requerida por las comunidades educativas; y una tercera fase contempla un rediseño curricular en el que se traten tópicos como el cambio climático u otros eventos relativos al escenario actual, según indicó Elizabeth Chávez, seremi de Educación de la Región del Biobío.

El diseño de este plan aún está en proceso, según precisó la titular regional de educación, quien señaló que “estamos viendo que los niños estén iniciando su proceso educativo de la forma más normal posible”. 

Al ser consultada por la única escuela de Punta Lavapié, que terminó completamente siniestrada, Chávez indicó que los estudiantes serán relocalizados dentro del sector, utilizando como establecimiento una iglesia en el caso de la enseñanza básica y una sede social para la educación parvularia.

Frente a estas adversas condiciones, la seremi de Educación señaló que aún no se encuentra definida una postergación del inicio de clases, ya que la etapa de evaluación está en curso.

Con respecto al eventual cierre definitivo de alguna escuela siniestrada, Chávez enfatizó que no va a ocurrir. “Nosotros queremos que los niños sigan con su proceso educativo en su comunidad”, dijo.

La seremi agregó también, con respecto a la escuela La Huerta de Santa Juana, que fue totalmente consumida por los incendios de diciembre pasado y cuya reconstrucción fue descartada, que sus estudiantes fueron reubicados en una nueva escuela rural a tres kilómetros de su emplazamiento original, en una locación más céntrica.

Representando la otra parte de los participantes de este encuentro, Carlos Díaz, presidente nacional del Colegio de Profesores, valoró esta instancia colaborativa, con tal de garantizar que las clases puedan comenzar con normalidad en marzo. 

Entre las propuestas pedagógicas contempladas en el plan presentado por la Seremi de Educación, el titular nacional del gremio docente valoró las medidas de contención socioemocional. “No hablamos de una contención por los primeros días, sino que una contención que forme parte de un plan anual, para efectivamente desarrollar esta contención tanto a los estudiantes, como también a los padres, apoderados, profesores y trabajadores de la educación”, señaló Díaz.

Aunque no está considerado en primera instancia postergar el inicio de clases, el presidente del Colegio de Profesores comentó que aquello “va a ser imposible en algunas situaciones muy concretas, porque la situación puntual de la infraestructura es compleja”.

Jorge Barriga, presidente del directorio regional del Colegio de Profesores, planteó que según el catastro realizado por el gremio, son 12 los docentes que han perdido sus viviendas durante los siniestros, precisando que esta cifra podría ser mayor, si se contempla también a aquellos profesores no colegiados.

Fuera de esta cifra, resaltó que hay un caso especial registrado en Santa Juana, en el que un profesor de una escuela unidocente, que vivía en el establecimiento, perdió el lugar en el que hacía clases y a la vez residía.

El Colegio de Profesores está coordinando ayudas de manera interna para asistir a los docentes que se han visto afectados por el paso de los incendios.

En cuanto al plan que se está diseñando en la Seremi de Educación para planificar el inicio de las clases, los trabajos se encuentran aún en una fase preliminar, por lo que resta esperar para los próximos días la comunicación de las medidas concretas que se determinen.