Las comunas del borde costero de las regiones de Biobío y Ñuble protagonizaron un simulacro de evacuación por sismo y tsunami, destinado a optimizar la salida de todas aquellas personas que habitan, trabajan o transitan por zonas de amenaza y permitirá comprobar en terreno el funcionamiento de todo el sistema dispuesto para este tipo de emergencias.

A las 11 AM sonaron los mensajes del Sistema de Alerta de Emergencias (SAE), activando la movilización simultánea de empresas, establecimientos educacionales, instituciones públicas y todos los organismos que integran el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres.

Desde Talcahuano, comuna donde se trasladaron las autoridades a monitorear este ejercicio, Andrea Aravena, directora regional (s) del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), indicó que el balance premilimnar es positivo y que la participación en el Biobío fue cercana a las 200 mil personas.

Alicia Cebrián, directora nacional de Senapred, recordó que los simulacros de evacuación del borde costero son un programa permanente del Servicio y se han desarrollado durante toda la década. Sólo este año, indicó, más de 500 mil personas han participado de ejercicios en todo el país.

El delegado presidencial regional, Eduardo Pacheco, destacó la coordinación entre las distintas instituciones para el desarrollo de este ejercicio, además de la colaboración de la comunidad. “La ciudadanía ha entendido que esto es crucial para resguardarnos entre todos”, afirmó.

Pacheco también relevó la existencia de una “cultura cívica en emergencias y prevención”.

Eduardo Saavedra, alcalde de Talcahuano, destacó el “alto grado de realidad” del ejercicio y apuntó a los aprendizajes por recoger en cada comuna. En el caso del puerto, indicó, está pendiente la instalación de sirenas, señalética y demarcaciones.

También profundizó en las lecciones el contraalmirante Arturo Oxley, Comandante en Jefe de la II Zona Naval, quien planteó que “este tipo de ejercicios son fundamentales para traer la memoria al presente, lograr esta sensibilidad y recordarnos los procesos, además de demostrar lo que hemos avanzado como estado”.

Además de las alertas SAE y la labor del personal policial y municipal en las calles, las 27 alarmas de la Armada ubicadas a lo largo del borde costero funcionaron como señal de evacuación.