La Dirección de Salud de Talcahuano implementará, en coordinación con el Servicio de Salud del mismo nombre, el proyecto Cuidadores de Respiro, que otorgará atención domiciliaria profesional en aseo, confort y recreación a 50 personas con dependencia severa o total de la provincia. Junto con ello, serán dispuestas prestaciones para los cuidadores de cada beneficiario, en materias como educación y gestión del tiempo libre.

La iniciativa es desarrollada a partir de $172 millones aportados por el Gobierno Regional del Biobío, y llegará, durante un periodo de doce meses, a 24 pacientes de Talcahuano, diez de Penco, diez de Tomé y seis de Hualpén.

Desde el Servicio de Salud talcahueño, su subdirector de Gestión Asistencial, Wladimir Hermosilla, destacó que el objetivo del proyecto es dar, precisamente, «un respiro» y una «mejor calidad de vida» a los cuidadores, así como una atención profesional a las personas dependientes. Para ello, se ofrecerá el apoyo de un técnico de nivel superior en enfermería.

En ese sentido, Hermosilla explicó que a pesar de que será el municipio de Talcahuano el encargado de «administrar los recursos» para las cuatro comunas contempladas en el plan, la iniciativa operará de manera coordinada con la red asistencial. Ello permitirá resguardar tanto «la actividad clínica» como «las visitas domiciliarias» pactadas a través de los programas de atención primaria.

Proyecciones

El lanzamiento contó con la participación del alcalde de Talcahuano, Henry Campos, quien detalló que se buscará otorgar más tiempo a los cuidadores «para desarrollar otras actividades» y, además, capacitarles «en cuidados básicos de enfermería». 

En ese sentido, la autoridad comunal adelantó que prontamente será presentado un nuevo proyecto ante el GORE Biobío para dar continuidad a los cuidadores de respiro y, también, «ampliar su cobertura» a más beneficiarios.

En tanto, el jefe de la División de Desarrollo Social y Humano del GORE Biobío, Simón Acuña, puso el énfasis en la necesidad de «visibilizar» que la mayoría de quienes ejercen las labores de cuidado corresponde a «mujeres que han tenido que dejar de trabajar remuneradamente». Por ello, afirmó, se debe avanzar no solo en compartir más equitativamente las tareas, sino que además en garantizar a las y los cuidadores el acceso a la salud, a los ingresos y a condiciones de vida más dignas.

Finalmente, la cuidadora y beneficiaria del proyecto, Ruth Torres, valoró las prestaciones y el acompañamiento entregado, dado que estos le han permitido hacerse cargo de otros ámbitos básicos de la vida cotidiana hasta ahora desatendidos, como «salir a hacer diligencias», «ir al hospital a buscar remedios», «comprar verduras», entre otros.