Suelos poco fértiles y arenosos, es una característica que se repite en ciertos sectores de Chiguayante. Sin embargo, esta condición está quedando atrás gracias a una innovadora metodología que están aplicando participantes de los talleres de huertas del programa de Agroecología impartido por la municipalidad.

Se trata de la incorporación de sustrato orgánico a la tierra de las huertas comunitarias, que es producto del procesamiento de ramas y follaje de podas que el municipio realizó en 2021. Este material fue preparado, previa acción de una chipeadora, y luego envasado en naves en las que se puso a punto la mezcla.

Respecto de esta iniciativa, el alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, destacó el cuidado del medio ambiente, la sostenibilidad y salud de los vecinos.

“Para nosotros es fundamental generar las condiciones para que nuestros vecinos, niños y familias, se vinculen de una manera diferente con su entorno y mejoren su calidad de vida. Hemos desarrollado programas de medicina complementaria, huertos comunitarios y apicultura, que han vinculado a la comunidad con nuevas formas de comprender su salud y la relación con su entorno”, precisó la autoridad comunal.

En esta ocasión, alumnos de un curso de huertas de Villa Producción y Comercio recibieron 1,7 toneladas de este sustrato, lo que les permitió expandir el área cultivable, mejorar las propiedades del suelo y prescindir de la compra de fertilizantes, generando economía circular.

Próximamente, serán entregadas alrededor de 2 toneladas de esta preparación a otras huertas comunitarias, con lo que se pretende cubrir los 7 sectores se desarrollan estos talleres.