Una cineasta chilena, criada en Europa, vuelve a nuestro país para realizar un documental sobre su madre desaparecida en manos de una ex agente de inteligencia durante la dictadura. Este es el punto de partida de la obra Abismo: mirar con los ojos de otro, que se presenta el 13 de diciembre en la sala principal del Teatro Biobío, para invitarnos a reflexionar sobre las nociones de memoria y justicia, en un año marcado por la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado en Chile.

Mario Monge y Sebastián Carez-Lorca, gestores de la idea original del montaje, reúnen a un grupo interdisciplinario de artistas y realizadores que, combinando sus saberes, se preguntan: ¿cómo recordamos aquello que nunca tuvimos y que nos fue arrebatado? En esta búsqueda, convocan a la destacada actriz Naldy Hernández, para encarnar a Ángela Richter, ex agente de la DINA.

En la obra, una joven cineasta, hija del exilio en Francia, vuelve a Chile para entrevistar a la última persona que vio con vida a su madre. En escena, vemos a una ex interrogadora siendo, por primera vez, sometida a inquietantes preguntas sobre su rol en la institución; argumento que —gracias al cruce audiovisual que ofrece el montaje— se complementa y combina con escenas pasadas de sus vidas que se exponen en diferentes formatos a lo largo de la obra.

Abismo cuenta con la dirección de Mario Monge, director y actor penquista que, luego de 10 años de trayectoria en la capital, trae uno de sus trabajos a Concepción; habiendo circulado con obras en los principales escenarios de Santiago, como el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), el Teatro del Puente, Teatro Mori y el Teatro Nacional Chileno. Con respecto a este montaje, destaca que en él se articula un relato colectivo sobre la forma en que los diferentes personajes viven la memoria y se cuestionan los hechos acontecidos durante la dictadura en Chile; lo que, en sus palabras: “busca contribuir a la resignificación de los relatos, en un país en donde todavía no existen consensos de reconciliación con la memoria, con la historia y con lo vivido”.

La obra, ya exhibida en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y Coquimbo, llega a las tablas penquistas gracias a un proyecto de Circulación Nacional, financiado por el Fondo de Artes Escénicas 2023, del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en el marco de los 50 años del Golpe de Estado.