La urgencia al trámite del proyecto de ley de matrimonio igualitario, la creación de una fiscalía especializada en Derechos Humanos, la presentación de la iniciativa que establece el Ministerio de Seguridad Pública y el impulso de un fondo de salud extraordinario para el combate del Covid, por 2 mil millones de dólares, fueron los principales hitos de la octava y última cuenta pública ante el Congreso del Presidente Sebastián Piñera.

Para el analista del Observatorio Corbiobio, Ariel Yévenes, se trató de una cuenta «con sentido de futuro y fuerte enfasis en la unidad y la responsabilidad para afrontar los grandes desafíos que está enfrentando Chile».

No obstante, el académico lamentó la falta de anuncios importantes para las regiones. Si bien el mensaje presidencial abordó la situación de la Provincia de Arauco y de la Región de la Araucanía, principalmente en materia de seguridad; Yévenes indicó que faltaron anuncios esperados durante años, como la ley de rentas y el traspaso de competencias a los gobernadores regionales, que asumirán sus cargos en las próximas semanas.

En línea con este punto, la politóloga y docente UdeC, Jeanne Simon, lamentó que el foco respecto de Arauco y la Araucanía estuviera en la violencia y sostuvo que la ausencia de anuncios en materia de descentralización se explica por la predilección de gran parte de las autoridades por un modelo de concentración del poder, sin pensar el país desde su diversidad.

A juicio de la panelista del programa «Cuestión de Análisis», esta cuenta pública fue «un poco de lo mismo de siempre, sin muchos avances. Se esperaba un poco más considerando la situación que el país está viviendo, entre la pandemia y el estallido social». La Dra. Simon sostuvo que la actual administración aún «no se logra conectar con las distintas visiones y no toma responsabilidad por lo que ha pasado. Es una cuenta que no abre discusión».

«Sin mucho que perder»

Para Lucas Serrano, director de Asuntos Públicos de Observa Biobío, la última cuenta pública de Sebastián Piñera fue «hija de su tiempo», propia de un gobierno «que está saliendo y ha tenido que enfrentar uno de los mandatos más de difíciles desde la vuelta a la democracia» y que trascenderá precisamente por anuncios sorpresivos como el matrimonio igualitario, una discusión que probablemente tensionará más a Chile Vamos que a otros sectores.

Pese a recalcar que la Convención Constitucional será autónoma e independiente, el mandatario reiteró «como ciudadano» su interés porque la futura carta magna garantice el derecho a la vida, incluido «el que está por nacer»; la libertad de emprender y la libertad de elegir, entre otros puntos.

Al respecto, Serrano indicó que esto se debe a que, en el actual contexto, «el gobierno tiene quizás cierta libertad para poner otros temas», recordando además la particularidad de que tanto la actual administración como sus sucesores estarán trabajando en paralelo a un proceso constituyente.

Finalmente, el analista lamentó la ausencia de temas regionales en esta cuenta pública, aun cuando se trata de una debate «que ha ido migrando hacia la Constituyente». Asimismo, manifestó que era una oportunidad para «mostrar una agenda o anuncios más potentes en lo social».

Respecto de este punto, y pese a las tensiones con el Congreso producto de los «mínimos comunes», el foco de la cuenta pública estuvo puesto en detallar el avance de iniciativas como el Ingreso Familiar de Emergencia, el Bono Clase Media, el programa Alimentos para Chile, la Ley de Protección al Empleo, entre otros. Pese a destacar la efectividad de estas medidas, el Presidente Piñera pidió perdón a las familias que no han recibido la ayuda necesaria para enfrentar la crisis.