Hasta la Vega Monumental de Concepción se dirigió el Seremi de Salud, Dr. Eduardo Barra Jofré, junto al Director Regional (s) de SERNAPESCA, Iván Oyarzún y profesionales de la Unidad de Seguridad Alimentaria, para dar inicio al control sanitario de pescados y mariscos, en contexto del Programa de Fiscalización de Semana Santa, que tiene efecto cada año, y que este 2023 se extenderá del 28 de marzo al 09 de abril.

Entre los aspectos fiscalizados destacan la verificación de condiciones generales básicas, como las condiciones sanitarias de los locales de expendio de productos del mar fresco y elaborado, el control de buenas prácticas de higiene en la elaboración de platos preparados, las condiciones organolépticas y de temperatura de los pescados y mariscos en la cadena de producción (considerando desde la extracción hasta el expendio), además de garantizar la higiene y cumplimiento de temperatura del producto en su transporte.

En ese sentido, el Seremi de Salud del Biobío, Eduardo Barra, explicó que buscan garantizar “a la población el abastecimiento de productos seguros e inocuos, evitando de paso, enfermedades transmitidas por alimentos e intoxicaciones”.

Además, la autoridad sanitaria recordó que “no es recomendable comprar estos productos en la calle o negocios informales”.

En esa misma línea, el Seremi de Economía, Fomento y Turismo, Javier Sepúlveda Sepúlveda, llamó también a la población a comprar los productos en el comercio establecido.

Finalmente, el Director Regional (s) de SERNAPESCA, Iván Oyarzún, destacó el trabajo coordinado entre distintos organismos del Estado y que se intensifica en estas fechas.

Las autoridades recordaron que el jugo de limón no sirve para cocer los productos del mar.

Antecedentes estadísticos 2022

El año 2022, bajo actual situación sanitaria Covid-19, el Programa de control sanitario de pescados y mariscos en Semana Santa concluyó con 939 fiscalizaciones, 13 sumarios y 733,9 kilogramos de productos decomisados.

Las causales de sumarios dicen relación, 5 sumarios por no tener autorización sanitaria, 4 por venta de productos sin procedencia, 2 por presencia de plagas y 2 por deficiencias estructurales.

Las causales de decomiso, en tanto, se desagregaron 430 kilogramos por características organolépticas alteradas; 278,9 kilogramos por procedencia desconocida y 25 kilogramos por pérdida de cadena de frío.