Desde noviembre de este año comenzó a aplicarse la Encuesta de Caracterización Socio Económica (Casen) 2022 en todo el país. Este instrumento es clave para determinar esencialmente dos aspectos: la pobreza por ingreso y la multidimensional. Durante la última aplicación en 2020 se llevó a cabo de forma telemática por la pandemia y hoy vuelve a ser presencial, lo que ha llevado a que la respuesta de la gente a someterse al proceso no sea la esperada a la fecha.

La región debe completar para la muestra representativa a 9.800 familias hasta el 31 de enero de 2023, y actualmente la cifra está por debajo de la meta en un 13%, es por eso que el seremi de la cartera social, Hedson Díaz, hizo un llamado a confiar en el proceso, señalando que “invitamos a las personas que han sido seleccionadas a ayudarnos con la información, los invitamos a creer en la Casen, ya que los encuestadores disponen de credenciales con código QR y chaquetas institucionales”.

“La Casen se aplica cada dos años y permite medir variables que son muy relevantes para la toma de decisiones de las políticas públicas”, indicó la autoridad.

El seremi además dijo que las personas pueden no hacer pasar a los encuestadores a su vivienda y “si sienten más seguridad en el ante jardín o en la reja, es decisión de cada persona”.

El jefe de la cartera social añadió que es de suma importancia la información que se recabe en esta encuesta, ya que “permite conocer la realidad del país en materia de pobreza y eso nos ayudará como Gobierno y Estado a desarrollar políticas públicas actualizadas y acorde a los tiempos de lo que los chilenos y chilenas necesitan”.

La Casen 2022 pretende reunir datos de 5 componentes esenciales del proceso para medir la pobreza multidimensional: educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno, redes y cohesión social. Los datos obtenidos serán tabulados para tener  los resultados oficiales en junio del próximo año.

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