Este miércoles fue dada a conocer la decisión del Consejo Constitucional de no realizar una consulta indígena, luego de que en reunión de comités y delegados se descartara los argumentos presentados por el consejeros como Alihuén Antileo, único electo a través de los escaños reservados, y la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas del Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Los representantes oficialistas lamentaron que ninguna de las múltiples propuestas fuera considerada y que no haya existido voluntad de atender «la diversidad y pluralidad» del país.

La negativa fue comunicada por medio de un oficio emitido por la mesa del Consejo, que concluyó que el órgano no sería «competente para llevar a cabo una consulta indígena en los términos del Convenio N°169», al no contar con las «facultades constitucionales y/o reglamentarias» para dar cumplimiento a aquello.

Asimismo, la entidad tuvo palabras para el Ministerio de Desarrollo Social y Familia y su análisis técnico, el que decantó en favor de la consulta. Al respecto, en el oficio de contestación se planteó que «resulta del todo improcedente que una autoridad ministerial pretenda entregar al Consejo Constitucional funciones, competencias u obligaciones no contenidas en el ordenamiento vigente».

Legitimidad y cuestionamientos

Frente a esta negativa, los consejeros Alihuen Antileo, Alejandro Köhler (PS), Aldo Valle (ind-PS) y María Pardo (CS) lamentaron que se desatendiera «el criterio técnico y jurídico» de la Unidad de Coordinación de Asuntos Indígenas, a la vez que enfatizaron en que la situación marca «un punto de inflexión» en el espíritu por construir «un consenso mayor».

En particular, Antileo afirmó sentirse decepcionado por la actitud de las bancadas de Republicanos y Chile Vamos, en tanto que dieron «un portazo en la cara» a las pretensiones de los pueblos originarios de contar con «mayores grados de participación y ser oídos».

Lo anterior, ya que hasta altas horas de ayer se insistió en la búsqueda de fórmulas más flexibles que la propia consulta, como por ejemplo, un proceso «acotado» con una ejecución no superior al mes y medio, o bien, un «mecanismo ratificatorio» de aquello consignado en el anteproyecto o en los acuerdos alcanzados en consultas pasadas, como la efectuada en 2017 durante el mandato de la expresidenta Michelle Bachelet.

En consecuencia, el escaño reservado apuntó que la decisión adoptada por la mesa del Consejo Constitucional vulnera los «tratados internacionales» ratificados por Chile y que, en definitiva, la determinación restará legitimidad al proceso.

En tanto, el consejero Alejandro Köhler expresó a nombre de la banca socialista su repudio ante la conducta «intransigente» demostrada por las bancadas de derecha, dado que, a su parecer, existía «suficiente espacio» y «disposición» en el organismo para buscar una fórmula «razonable» que permitiera escuchar a los pueblos originarios.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo Constitucional, Aldo Valle, detalló que aunque la decisión fue adoptada en conformidad con el reglamento, esta no contó con su apoyo.

Consultado por la situación, el consejero Julio Ñanco (RD) manifestó su disconformidad con lo resuelto por la mesa, dada la señal política enviada a los pueblos originarios. En esa línea, el representante también cuestionó el análisis técnico efectuado por la Secretaría del proceso, en consideración de la obligación «ética y moral» de cumplir con «lo que el Estado-nación chileno firmó en un tratado internacional». 

Cabe destacar que los representantes de Chile Vamos defendieron la negativa a realizar el proceso de consulta, utilizando como base los mismos lineamientos planteados por la mesa. Por ejemplo, la delegada de la bancada RN-Evópoli, Pilar Cuevas, puso el énfasis en que «el reglamento y la propia Constitución (…) mandata como único objetivo» del organismo el redactar una nueva Carta Magna.

De manera similar, el delegado de la UDI, Arturo Phillips, destacó que el partido ratifica «la interpretación de la Secretaría General», dado que lo solicitado iría «más allá de nuestras atribuciones».