Las y los convencionales constituyentes Amaya Alvez, Jaime Bassa, Bessy Gallardo, Christian Viera, Elisa Giustinianovich, Bárbara Sepúlveda, Tiare Aguilera, Patricio Fernández, Daniel Bravo, Agustín Squella y Hugo Gutiérrez, presentarán a la Convención Constitucional, la Iniciativa Convencional Constituyente que busca reconocer el Derecho al Mínimo Vital por medio de un Ingreso Básico Universal en la nueva Constitución.

La propuesta indica que el bienestar básico de las personas no puede depender de sus circunstancias de nacimiento, sino que debe asegurarse de manera igualitaria mediante el Derecho a un Mínimo Vital. Para eso, se propone que la sociedad, por medio de los poderes públicos, le otorgue a cada ciudadana y ciudadano, un ingreso monetario modesto, de cuantía suficiente para satisfacer las necesidades elementales de la vida, llamado Ingreso Básico Universal (IBU).

La Iniciativa Convencional Constituyente también apunta a una mejora significativa en la salud mental y nutricional, dinamizar la economía, enfrentar las desigualdades de género, avanzar en la transformación socioecológica y reducir la desigualdad y valorizar actividades y formas de trabajo no asalariado, tales como el trabajo doméstico y de cuidado.

Amaya Alvez Marín, convencional constituyente por el distrito 20 y vicepresidenta adjunta de la Convención Constitucional, indicó que “nos parece que aumentaría mucho la calidad de nuestra convivencia el hecho de que toda persona tuviera libertad para elegir la vida, el lugar y las circunstancias en que quiera desarrollar su existencia en el territorio”.

El IBU se entregará periódicamente de forma individual, universal e incondicional. Será percibido desde el inicio hasta el término de la vida, y en el caso de las personas menores de edad, el ingreso deberá ser entregado, para su administración, a la persona cuidadora responsable.

Asimismo, se espera que esta propuesta signifique un impacto concreto en la igualdad de género, ya que el IBU permitirá mejorar la situación financiera de las mujeres, otorgando independencia económica que les permita iniciar caminos de vida propios y soslayar el problema que significa la dependencia económica cuando existen situaciones de violencia machista. La entrega de este ingreso también apunta al reconocimiento y valorización del trabajo reproductivo, doméstico y de cuidado, labor que durante años han desarrollado las mujeres, la cual ha sido históricamente invisibilizada.

La propuesta para reconocer el “Derecho al Mínimo Vital” se suma a la iniciativa Popular de Norma N° 18.666, presentada por la Red Chilena de Ingreso Básico (ingresobasico.cl).