Hace un año, el EHT, una red de ocho radiotelescopios repartidos por el mundo, dio a conocer lo que fue la primera imagen de la historia de un agujero negro supermasivo y ahora revelaron nueva información respecto a un cuásar.

La colaboración del Telescopio de Horizonte de Eventos (EHT), un telescopio a escala planetaria que tomó la primera imagen de un agujero negro, continúa extrayendo información de los datos recopilados en su campaña global de abril de 2017. El objetivo de las observaciones en este caso fue el cuásar 3C 279, una galaxia activa, que se ubica a 5.000 millones de años luz de distancia, en la constelación de Virgo, y que contiene en su núcleo un agujero negro supermasivo que absorbe materia a través de un disco y, al mismo tiempo, expulsa parte del gas a través de dos finos chorros que emergen de los polos casi a la velocidad de la luz.

Los datos del EHT, que muestran los detalles más nítidos nunca obtenidos, permiten observar el chorro y el disco en acción y han revelado características inesperadas. Los datos muestran que el chorro, normalmente recto, tiene una forma retorcida en su base.

Además, por primera vez se observan estructuras perpendiculares a él. Al comparar las imágenes en días sucesivos se detectaron cambios en sus detalles más finos, que se han interpretado como producto de la rotación del disco, que tritura y absorbe material, y del que emana el chorro. Se trata de un escenario que hasta ahora sólo se habían visto en simulaciones numéricas.

“Sabíamos que cada vez que abres una nueva ventana al universo puedes encontrar algo nuevo. En este caso, donde esperábamos encontrar la región donde se forma el chorro encontramos una estructura perpendicular. Esto es como encontrar una forma diferente abriendo la muñeca matrioska más pequeña”, apunta Jae-Young Kim, investigador del Instituto Max Planck de Radioastronomía de Bonn que encabeza la investigación.

Venkatessh Ramakrishnan, quien forma parte del equipo EHT y realiza un postdoctorado en la Universidad de Concepción, explica que “es la primera vez que tenemos una imagen de primer plano de un jet de un agujero negro supermasivo. La imagen muestra un potente chorro saliendo del agujero negro supermasivo en un quásar 3C279; estos chorros dan la ilusión de que se mueven más rápido que la velocidad de la luz, así que estudiarlos nos dará una comprensión clara de cómo la luz de estos objetos luminosos se dobla más rápido lejos del agujero negro supermasivo. Al estudiar más de estos cuásares podemos entender cómo se comportan cada uno de ellos en el universo a diferentes edades”, finaliza el astrónomo.

El EHT

Los telescopios que contribuyeron a este resultado fueron ALMA, APEX, el telescopio IRAM de 30 metros, el Telescopio James Clerk Maxwell, el Gran Telescopio Milimétrico, el Conjunto Submilimétrico, el Telescopio Submilimétrico y el Telescopio del Polo Sur.

Los telescopios trabajan juntos usando una técnica llamada interferometría de muy larga base (VLBI), que sincroniza la señal recibida en antenas alrededor del mundo y explota la rotación de nuestro planeta para formar un enorme telescopio del tamaño de la Tierra. La técnica de VLBI permite que el EHT alcance una resolución de veinte microsegundos, equivalente a identificar una naranja en la Tierra vista por un astronauta desde la Luna. El análisis de los datos para transformar los datos en bruto en una imagen requiere ordenadores específicos (o correlacionadores), alojados en el MPIfR en Bonn y en el Observatorio Haystack del MIT.

“El año pasado pudimos presentar la primera imagen de la sombra de un agujero negro. Ahora vemos cambios inesperados en la forma del chorro en 3C 279, y aún no hemos terminado. Estamos trabajando en el análisis de los datos del centro de nuestra Galaxia, en Sgr A*, y en otras galaxias activas como Centaurus A, OJ 287, y NGC 1052. Como dijimos el año pasado, esto es solo el comienzo”, señala Anton Zensus, director del Instituto Max Planck de Radioastronomía y presidente de la junta de la Colaboración del EHT.

La campaña de observación de marzo/abril de 2020 del EHT fue cancelada debido al brote global de CoViD-19. “Dedicaremos toda nuestra concentración a completar las publicaciones científicas de los datos de 2017 y a sumergirnos en el análisis de los datos obtenidos con la red EHT mejorada en 2018. Esperamos con interés las observaciones con la red EHT ampliada a once observatorios en la primavera de 2021”, concluye Michael Hecht, astrónomo del MIT/Observatorio Haystack y director adjunto del Proyecto EHT.

Más información en: https://eventhorizontelescope.org/

Fuente: Departamento de Astronomía UdeC.