Eve Crowley, representante de la FAO en Chile: "Existe un gran potencial en las buenas prácticas que permiten producir y conservar la biodiversidad simultáneamente"

En un nuevo capítulo de Dialogando con la Ciencia, conversamos con Eve Crowley, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en Chile, sobre el proyecto “Conservación de Especies Amenazadas”, ejecutado por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA). Sus objetivos en la región han sido, desde octubre de 2017, robustecer la gestión articulada interinstitucional y fortalecer los instrumentos de desarrollo territorial con enfoque en la conservación de la biodiversidad en los sistemas productivos.

Esta iniciativa, que es apoyada con recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), posee una importancia a escala mundial dada la amplia biodiversidad existente en el país. Según Crowley, “Chile es un país con un gran nivel de endemismo, es decir, posee una diversidad que no existe en ninguna otra parte del mundo. Entonces, existe un interés global por conservar algunas de las especies más emblemáticas e importantes”.

Respecto de lo anterior, la representante de la FAO enfatizó en que no se trata de un proyecto de conservación cualquiera, dado que está enfocado en la frontera productiva de zonas como la región del Biobío, donde existe una alta actividad forestal y agroindustrial. Por ello, lo que se busca en la zona, particularmente, es compatibilizar la generación de recursos con el cuidado focalizado de tres especies: el huemul de Chile central, presente en la cordillera de los Andes de Ñuble y Biobío; el queule de la cordillera de la Costa, que se distribuye por las mismas regiones; y el zorro de Darwin de la cordillera de Nahuelbuta de Biobío y La Araucanía. A ellas, se suma el trabajo realizado en el norte con el picaflor de Arica.

La elección de dichos ejemplares se basa en razones genéticas, de unicidad de las especies dentro de ciertas familias y por los desafíos de conservación que plantea cada una de ellas, debido a que estos últimos permiten levantar directrices para estrategias futuras que incluyan otras grupos. En ese sentido, el trabajo de conservación se llevará a cabo en torno a tres ejes, según explica Crowley: «El primero tiene que ver con la capacitación, sensibilización y educación en materia ambiental de los actores involucrados. La segunda se centra en la gestión territorial, mientras que el tercero está asociado con la incorporación de indicadores de conservación dentro de la política pública y los instrumentos de fomento productivo de las diferentes áreas asociadas».

A propósito de los proyectos que poseen un alto impacto medioambiental, la representante de la FAO entregó su visión respecto de los cambios culturales, sociales y normativos que se deben generar en torno a la relación entre propiedad privada, los recursos y los territorios.

Asimismo, Crowley contó su experiencia de trabajo en torno al queule, el que, a su juicio, podría desaparecer en un futuro cercano por causa del cambio climático y por las interrogantes que hoy existen en relación a cómo conservar sus semillas y, en definitiva, su genética. Por ello, la representante considera que debería existir una mayor conciencia respecto de este árbol y su relevancia patrimonial, para que, de esa forma, tanto su protección, investigación e identificación puedan depender de la comunidad empoderada y no solo de entidades especializadas.

Finalmente, la representante regional abordó la amenaza que representa el cambio climático para las especies protegidas, ya que, por ejemplo, ante la disminución del agua, algunas de estas tienden a disminuir su cobertura y a cambiar sus patrones de movilidad. «Sabemos que muchas de las especies se están yendo hacia el sur cuando hay cambios de temperatura y de agua. Ello, a su vez, genera estrés para todo el ecosistema, el que se abre a plagas y enfermedades, como es el caso de la araucaria, y no tenemos soluciones para ello», explicó.

En este escenario de incertidumbre y de alteraciones constantes, Crowley hizo hincapié en la relevancia que posee el compromiso de las autoridades en relación con la generación de planes estratégicos de desarrollo sostenible. Por ello, repasó su experiencia tras reunirse con el gobernador regional, Rodrigo Díaz.