Como una tarea «que requiere aunar voluntades y que se otorgue al diálogo el valor que tiene» definió Gloria Callupe, trabajadora social y encargada de la Unidad de Pueblos Originarios del Gobierno Regional del Biobío, al desafío de integrar la Comisión para la Paz y el Entendimiento presentada el pasado miércoles en La Moneda por el Presidente Gabriel Boric.
En conversación con Nuestra Pauta, Callupe indicó que el espacio del que formará parte junto a los parlamentarios Carmen Gloria Aravena, Emilia Nuyado y Francisco Huenchumilla; al ex alcalde de Tirúa Adolfo Millabur, al ex ministro Alfredo Moreno y a los dirigentes Sebastián Naveillan y Juan Pablo Lepín es una oportunidad para abordar el tema «de manera profunda y seria, con una mirada de estado».
«Este un conflicto que se arrastra por décadas y, por lo tanto, requiere que se aborde la profundidad política y la historia que tiene este largo desencuentro entre la sociedad chilena y el pueblo mapuche», aseguró.
La representación transversal dará «validez y riqueza», cumpliendo con el propósito de «abrir los espacios para que puedan estar todos quienes quieran participar».
Gloria Callupe participó también de la comitiva del Gobierno Regional que conoció en terreno la experiencia de Nueva Zelanda y la relación con el pueblo maorí.
Consultada por las lecciones aprendidas y por soluciones que pudieran aplicarse en Chile, la profesional afirmó que un primer paso es «tener claridad que conflictos tan largos y que tienen una raíz profunda, es difícil que se resuelvan a corto plazo». «Son procesos lentos, incluso dolorosos, porque implican mirar hechos del pasado para proyectar las acciones del futuro», señaló.
Otro aspecto a tener en cuenta, planteó, son los mecanismos de reparación. En Nueva Zelanda, sostuvo, «miraron y evaluaron diferentes mecanismos, no sólo la restitución de tierras, sino también otros que pudieran aportar a la reparación con el pueblo maorí», con iniciativas que apuntaron a la reparación económica y cultual.
Los tiempos de trabajo y el funcionamiento serán establecidos por la propia Comisión, que sesionará formalmente una vez que terminada la tramitación del decreto presidencial de origen. La primera tarea, informó Callupe, será revisar los insumos disponibles y desde ahí abrir los canales de diálogo «con todos aquellos que algo tienen que decir en esta materia».
Finalmente, la comisionada reflexionó que «pretender que esto se solucione en un gobierno es imposible y esto no es un conflicto que pueda solucionar o la izquierda o la derecha, o la centroizquierda o la centroderecha, esto es un problema de estado y tiene que abordarse con esa seriedad y con esa profundidad. Es clave que esas miradas predominen y que el compromiso del estado de Chile, por sobre los gobiernos, se mantenga».
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