La decisión de Huachipato del cerrar de manera progresiva el Laminador Barras Talcahuano (LBT) —que produce alambrón— a contar del 31 de enero de este año, debido a la compleja situación de la industria del acero nacional, reactivó la preocupación por la continuidad de la histórica siderúrgica y su impacto en el escenario productivo y laboral de la región, pensando en que sólo esta operación considera a 90 trabajadores, quienes serían reubicados por la compañía.

En el comunicado emitido por la empresa, el gerente general de Siderúrgica Huachipato, César Garrido, señaló que “hemos hecho esfuerzos sustantivos por mantener la continuidad operacional aumentando la productividad, reduciendo costos y mejorando nuestros procesos. Sin embargo, esto no ha sido suficiente en un escenario del mercado del acero en Chile, bastante distorsionado últimamente. Tras un profundo análisis de factores económicos y operativos, hemos tomado la difícil decisión de suspender las operaciones del LBT. Estamos conscientes del impacto que esto tendrá en nuestros colaboradores y en la comunidad y llevaremos adelante este proceso con la mayor sensibilidad posible”.

Para el gobernador Rodrigo Díaz, la situación afecta el “ADN de la región”. La autoridad política planteó la necesidad urgente de medidas que “protejan a la industria regional (…) Digo la industria y no sólo la empresa, porque la cadena de valor que tiene el mercado del acero en Huachipato, Molycop, Indura, Inchalam y en una serie de otras empresas, debe ser protegida”.

La empresa atraviesa uno de los periodos más complejos en siete décadas, acumulando cerca de US$ 1.000 millones en pérdidas desde el año 2009, por el impacto de distorsiones de precios provocado por las importaciones de acero subsidiado desde China.

Las distorsiones existentes en el mercado del acero y el incremento de las importaciones forzaron a Siderúrgica Huachipato a detener su línea de producción de productos planos y paralizar la operación de uno de sus altos hornos en 2013, forzando un proceso de reestructuración. Hoy, las distorsiones persistentes en el precio del acero en el mercado chileno amenazan directamente la sustentabilidad de sus operaciones.

Ante este escenario, Huachipato solicitó en octubre de 2023 a la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas la apertura de dos investigaciones de oficio en el mercado de barras y bolas de acero para molienda y pidió otorgar medidas provisionales y derechos antidumping definitivos para contrarrestar las distorsiones en el mercado del acero.

El senador Gastón Saavedra relevó la urgencia de contar con el pronunciamiento de la Comisión y la activación de salvaguardias que permitan impulsar “el camino de recuperación de la planta”.

En tanto, el seremi de Economía, Javier Sepúlveda, lamentó el anuncio y sostuvo que desde el Gobierno “mantenemos el firme compromiso de trabajar junto con la empresa”. No obstante, indicó que “dicha área no forma parte de la investigación llevada a cabo por la Comisión Nacional Encargada de Investigar la Existencia de Distorsiones en el Precio de las Mercaderías Importadas”.

Representando a los gremios productivos, el presidente de la Cámara de la Producción y del Comercio (CPC Biobío), Álvaro Ananías, reiteró que “no nos podemos dar el lujo como región de seguir perdiendo áreas productivas, tenemos que cuidar las empresas del Biobío” y llamó a las autoridades a “tomar determinaciones que afecten positivamente el trabajo en forma estable”.

Según lo informado por la siderúrgica, esta medida reducirá su producción en cerca de un 10%. No obstante, permitirá “enfocarse en líneas de negocio de aceros de especialidad. Además, abre oportunidades adicionales de eficiencia, productividad y reducción de costos, en el ámbito operacional, que se vuelven indispensables para asegurar su continuidad en el largo plazo”.

Foto: Diario Concepción