El pasado 6 de junio se publicó la nueva novela de Isabel Allende “El viento conoce mi nombre”, en uno de los lanzamientos globales más importantes para Penguin Random House en 2023.

En conferencia de prensa virtual con periodistas y medios de España y América Latina, la escritora nacional abordó detalles de las temáticas que motivaron la creación de esta novela, principalmente la migración forzada, con protagonistas huyendo de la amenaza nazi y los totalitarismos en toda América.

En ese sentido, cabe señalar que ella misma creó en 1996 la Fundación Isa­bel Allende, que busca empoderar a mujeres y niñas in­ternacionalmente, y a través de la cual da apoyo a organizaciones y personas que trabajan en la frontera de Estados Unidos con México, en las que se inspiró para escribir esta historia.

Esta novela cuenta una historia trágica, pero la he narrado con alegría, porque es también una historia de coraje y bondad. Fue inspirada por las maravillosas personas que trabajan por aliviar el dolor de los menos afortunados”, señaló.

La novela comienza con la historia de Samuel Ad­ler, un niño judío austriaco que, tras La noche de los cristales rotos, es enviado por su madre a Inglaterra a través del programa Kindertransport, que salvó a miles de niños durante el Holocausto.

Ocho décadas más tarde, Anita Díaz sube con su madre a bordo de un tren para escapar de un inminente peligro en El Salvador y exiliarse en Estados Unidos, como antes hicieron otros que lograron escapar de una de las matan­zas más crueles que aún hoy se recuerda: La Ma­sacre de El Mozote, en 1981.

La llegada de Anita y su madre a la frontera mexicana coincide con una nueva política gubernamental que las separa, y Anita queda sola en un mundo lejano que no comprende. Asustada, desorientada y obligada a la orfandad, Anita se refugia en Azabahar, un mundo mágico en su imaginación. Mientras confía en que la tra­bajadora social Selena Durán y el abogado Frank Angileri, dos luchadores de una ONG, logren re­unirla con su madre y ofrecerle un futuro mejor.

Sobre la situación que se vive en la frontera entre México y Estados Unidos, la escritora señala que conoce testimonios de primera fuente a través de su Fundación, por lo que la investigación resultó más sencilla que en otras ocasiones.

Eso sí, detalló que en esas zonas hay una “crisis humanitaria, y es muy difícil explicar hasta qué punto es de trágico”.

En esa línea, Allende criticó las políticas migratorias de Estados Unidos y señaló que si hubiera permisos para “trabajar y volver a su país, todos lo harían así, nadie quiere abandonar sus familias y lo que aman”.

Asimismo, condenó los crímenes que originan estas migraciones forzadas, como la invasión rusa a Ucrania o la violencia generalizada en Centroamérica.

Consultada sobre lo que puede aportar la literatura o el arte a estas problemáticas, la autora señaló que “el arte acerca y te pone en contacto con una historia y un nombre, que podrías ser tú. Conecta a los seres humanos de manera íntima y así podemos comprenderlo”.

Feminismo y Femicidios

Consultada sobre si cree que hay esperanza para las niñas y mujeres que sufren violencia de género, sobre todo en las fronteras, y si el feminismo puede ser una solución al problema, Allende señaló que cuando nació “nadie hablaba de esto y ahora vamos avanzando, lentamente, pero hacia allá vamos”.

Eso sí, agregó que siempre hay que estar vigilantes, pues hay retrocesos, como el gobierno talibán en Afganistán, que “atentan contra la libertad de la mujer”.

También se refirió a los casos de femicidio y crímenes contra mujeres y señaló que “parte de lo que debería implementar la política de cualquier país es proteger a las mujeres; un país que vive con el terror de que a la mujer la puedan asesinar con impunidad no puede progresar”.

“El viento conoce mi nombre” se publicó en inglés con el sello Ballantine y en español con Plaza & Janés y Sudamericana, y se distribuirá en España, Estados Unidos y América Latina simultáneamente en formato impreso, digital y audiolibro.

El audiolibro del libro es una versión dramatizada en donde participan más de 20 actores y actrices de El Salvador, España, Estados Unidos y México y donde Isabel Allende ha participado en el proceso de preproducción y ha puesto su propia voz.