La elección presidencial de este 19 de diciembre será recordada por varios factores que le atribuyen el calificativo de particularmente interesante, ya que no sólo se eligió al Presidente más joven de la historia de Chile, sino que también se logró una participación electoral del 54,2%, siendo la más alta en el país desde la instauración del voto voluntario.

A nivel nacional, el balotaje logró llevar a las urnas a 8 millones 329 mil personas, es decir, un millón 248 mil más que en la primera vuelta de noviembre. Una situación que se replicó en la Región del Biobío, con un aumento de 116 mil 544 votantes entre ambos comicios, por lo que más de 736 mil ciudadanos y ciudadanas fueron parte del proceso democrático.

¿Qué factores incidieron para movilizar a una ciudadanía que -a excepción del plebiscito constituyente- parecía estar sumida en una reiterada desafección electoral? Según Paulina Pinchart, analista y experta en marketing político, una de las razones tiene que ver con el «riesgo percibido», lo que se entiendo como el temor del electorado ante la posibilidad de que gobierne el país un sector que se opone totalmente a sus ideas.

La académica de la Universidad del Bío-Bío agrega otro componente: la motivación de una parte importante de la juventud que se siente comprometida con las demandas sociales de la revuelta de octubre de 2019 y el proceso constituyente.

Para la Dra. Violeta Montero, directora del Departamento de Administración Pública y Ciencia Política de la Universidad de Concepción, la particularidad de la elección y la exacerbación de las emociones, también explican el incremento de la participación.

La académica expuso además que las movilizaciones sociales ocurridas en el país durante los últimos años han contribuido a una mayor politización de la ciudadanía.

Cabe recordar que en Biobío, José Antonio Kast venció con un 51,8% de respaldo, mientras que Gabriel Boric se quedó con el 48,1% de los votos .