Por: José Miguel Aravena, estudiante de Periodismo UdeC.

Las escuelas y liceos del país han estado en la agenda noticiosa durante este año académico por hechos de violencia que se difunden rápidamente a través de redes sociales y estadísticas que indican mayores grados de agresividad en el aula y en las comunidades escolares.

Es así, que la educación emocional, aparece como una herramienta necesaria para prepararse ante un escenario que los expertos ya preveían, como resultado de 2 años de confinamiento.

Sin embargo, en el Liceo Baldomero Lillo de Lota, este tema era importante incluso antes de la crisis sanitaria. Desde 2017 la profesora de educación general básica y facilitadora de Biodanza, Fabiola Echeverría, imparte estos talleres a estudiantes desde pre kínder hasta sexto básico. Una disciplina con orígenes en Concepción y que mezcla elementos de la danza, con la educación afectiva.

Horas lectivas, una sala exclusiva y equipamiento para su realización es lo que ha destinado la comunidad educativa del establecimiento para un taller en el que niños y niñas caminan sincronizados, bailan, se abrazan, descansan y sienten su respiración, todo para adquirir a través del movimiento, la música y el encuentro, aprendizajes que, para la directora del liceo, Alejandra Carrasco, apuntan a una necesidad especial de su comunidad.

Quienes también están satisfechos con estos talleres, son los y las usuarias del programa de salud mental del consultorio O’Higgins de Concepción. La gestora del Cesfam penquista, Valeska Iribarra coincide con la comunidad educativa de Lota en el valor de la actividad para abordar las problemáticas de salud mental de la comunidad y el seguimiento que pueden dar a los pacientes cuando se mantienen vinculados al consultorio.

El “Termómetro de la Salud Mental”, realizado por Universidad Católica y la Asociación Chilena de Seguridad en abril de 2021, indicaba que un 23,6% de los chilenos presentaba sospechas o problemas de salud mental y el 45,9% evaluaba que su estado de ánimo es peor o mucho peor que antes de la pandemia. Según el Mineduc, estas cifras se han reflejado también en el aumento de denuncias sobre eventos de violencia, por lo que la búsqueda de alternativas curriculares será de interés para el futuro de los planes educativos.