Tras el fallo de la Corte Suprema que ordena la consulta indígena para la undécima modificación al Plan Regulador Metropolitano de Concepción, las autoridades han estado trabajando en pensar cuál es el mejor camino para lo que viene, ante la urgente necesidad de contar con un instrumento actualizado que dé respuesta a la actual normativa y a las necesidades de desarrollo del territorio y de protección del medioambiente.

En ese contexto y enmarcado en el Mes del Urbanismo, es que, desde la Seremi de Vivienda y Urbanismo se realizó el seminario “Diálogos Ciudadanos por la Planificación Metropolitana”, organizado en conjunto con el Gobierno Regional.

La instancia tuvo como expositores al jefe de la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Vicente Burgos; al director ejecutivo de la Corporación Ciudades, Martín Andrade; a los representantes de las Red de Humedales del Biobío, Felipe Canales y Luisa Valenzuela; a la doctora Mabel Alarcón, académica de la Universidad de Concepción; y a la directora regional de Biobío y la Araucanía de la Fundación Urbanismo Social, Lucía Sampedro.

Vicente Burgos explicó que este fallo «obliga a los planificadores a tomar una decisión, en relación a iniciar un procedimiento que pueda cumplir con los estándares».

La seremi de Vivienda, Claudia Toledo, en tanto, reconoció que «es complejo hoy, en la etapa que está el Plan Regulador Metropolitano, retroceder tanto, pero tenemos que tener las distintas visiones y miradas y conjugar una solución».

Respecto del nuevo Plan Regulador, la autoridad adelantó que «estamos trabajando para ello, en conjunto con el Gobierno Regional, elaboramos un cronograma tentativo, cómo pensamos nosotros se podría realizar este nuevo proceso de planificación metropolitana».

En la misma línea, Blas Araneda, jefe de la División de Planificación y Desarrollo del Gobierno Regional, afirmó que «es clave tener un nuevo marco de ordenamiento» y que el actual «no cubre todas las necesidades de protección de nuestra riqueza medioambiental, no se hace cargo de la infraestructura que necesitamos para crecer, del desarrollo de las distintas actividades productivas que conviven en esta área metropolitana».

Uno de los desafíos, plantearon los asistentes al evento, es que el proceso de elaboración del Plan Regulador Metropolitano de Concepción considere un lenguaje adecuado que fomente la participación ciudadana.

Desde Fundación Urbanismo Social, Lucía Sampedro afirmó que al tratarse de procesos muy complejos, con tecnicismos, se requiere «la utilización de un lenguaje sencillo, que transmita muchos ejemplos llevados a la práctica. Salir de la teoría y poder dar ejemplos más cercanos para que el proceso participativo sea más fructífero».

Acercar el proceso, aseguró la especialista, «logra levantar interés, alcanzar acuerdos, que es unos de los objetivos de la planificación urbana (…) hay que generar espacios que puedan fomentar las relaciones y la cohesión social».