Por: Gladys Vidal Sáez, directora del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM) y académica UdeC.

Marzo conocido como el mes de la mujer, es también el mes elegido por Naciones Unidas para destacar la importancia del agua dulce y rendir homenaje a este recurso. La relación mujer y agua es inmensa. En la antigüedad se representó a través de deidades; también en el arte tenemos registros de esta conexión. Sin embargo, hay una realidad que debemos considerar en este momento histórico para la reivindicación de derechos de las mujeres.

La falta de agua es un problema que se arrastra por varios años en nuestro país. Hasta inicios de este mes, según datos de la Dirección General de Aguas (DGA), había 77 comunas con decreto de escasez hídrica vigentes, lo que equivale al 22,3% del total nacional.

Si vemos el panorama a nivel global, de acuerdo con lo informado por la ONU, son las mujeres y las niñas las encargadas de recolectar agua en el 80% de los hogares sin acceso a este recurso; agua que es necesaria para la limpieza, higiene y alimentación familiar, tareas que todavía, mayoritariamente, también están en manos de mujeres. Un dato no menor si consideramos que a nivel mundial son más de 2 mil millones de personas las que carecen de servicios seguros al agua potable y saneamiento. Esto trae una serie de consecuencias, directas o indirectas, especialmente para las mujeres: problemas de seguridad, problemas de salud, menor acceso a la educación y reducción de las oportunidades para obtener ingresos, entre otros.

Este es un tema que también impacta en la ciencia y la investigación. Sabemos que aún hay brechas en la participación de las mujeres en este ámbito. Por lo mismo, es que el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación trabaja en una política de género para una ciencia con todas. Desde el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM) también tenemos la tarea de incorporar a más mujeres transversalmente en nuestro trabajo y así darle mayor valor a la evidencia científica que levantamos en pro de soluciones eficientes para resolver los diferentes temas asociados a este recurso.

Este 22 de marzo, “Día Mundial del Agua”, la consigna es “valorar el agua”. Si entendemos los diferentes significados que tiene el agua en nuestras vidas y los ponemos en valor, podremos protegerla de mejor manera. Tomar acciones para mejorar el acceso a este vital elemento para todos y todas es una tremenda tarea a nivel nacional y global. Entender que esto conllevará a garantizar, en parte, los derechos de las mujeres, es otro de los desafíos por delante.